Liberaron a la ex mujer del hombre que apareció muerto de un balazo en la cabeza: la prueba de parafina le dio negativo

Sandra Mariela Ramírez (32), quien había sido demorada en Posadas luego de que la encontraran en un auto junto al cadáver de su ex pareja Ernesto Daniel De Lima (42), fue liberada este martes por la tarde luego de que le diera negativo la prueba de parafina en sus manos, lo que afianza la hipótesis del suicidio del hombre.
De Lima fue hallado sin vida, con un balazo en la cabeza, dentro de su VW Senda en Chacabuco casi Zapiola, por la mañana. En el asiento de al lado estaba Ramírez, quien le dijo a la Policía que el hombre se había efectuado un disparo y que luego arrojó el arma por la ventana. Sin embargo, más tarde, encontraron entre las pertenencias de la mujer un revólver calibre 38.
La mujer aclaró luego que tras el estruendo del tiro, el arma cayó a su lado y que ella la tomó, para luego intentar ayudar a su ex, a quien desde febrero de este año venía denunciando por amenazas y lesiones.
La prueba de parafina, que se hace para determinar si alguien pudo haber efectuado un disparo, dio negativo en ella y positivo en De Lima.
En la autopsia se determinó que el proyectil que mató al hombre quedó alojado en el cráneo. Y que es de calibre 38, igual que el arma decomisada.
Con los resultados de la parafina y de la autopsia, el juez de Instrucción Dos, César Yaya, ordenó la liberación de Ramírez.
La historia de pareja entre ambos terminó hace un año y medio. Pasaron juntos 16 años, tiempo en el cual tuvieron seis hijos, que actualmente tienen 2, 4, 6, 11, 13 y 15 años, respectivamente. Se trata de cinco nenas y un varón.
A principios de este año, la mujer denunció ante la Policía que la relación con su ex se había vuelto muy traumática, porque él empezó a “dedicarse a la mala vida”, con una junta que lo llevaba por mal camino.
El 24 de enero, el hombre se presentó en el departamento de su ex y tras golpear a patadas la puerta, logró que su hijo mayor le abriera. De inmediato, se abalanzó contra la mujer y la golpeó en el rostro, mientras la llenaba de insultos. Entonces, el adolescente de 15 años, por la fuerza, sacó a su padre de la residencia.
Sandra hizo la denuncia y el juez de Violencia Familiar Uno de Posadas, Alfredo Olmo Herrera, dispuso una orden de restricción. Ernesto no podía acercarse por un año a Sandra, tampoco llamarla por teléfono o escribirle por cualquier vía.
En marzo, sin problemas, el hombre violó la orden de acercamiento. Fue hasta la casa de la mujer, volvió a patear la puerta mientras la amenazaba de muerte y cuando por fin pudo verla, le exhibió un arma de fuego: “Acá está mi 38 para vos”, le dijo de manera intimidatoria. A fines de ese mes, la Justicia le proveyó a ella un botón antipánico.
Ya en septiembre, volvieron las amenazas. “Si los veo, los voy a matar a los dos. Tenés los días contados”, le dijo, en relación a la supuesta nueva pareja de la mujer. Poco después, la llamó por teléfono y le imploró que quería volver con ella, que todo lo hacía por “amor”.
La nueva incursión de Ernesto hizo que el juez Olmo Herrera ordenara la detención del acusado, el pasado 25 de septiembre.
Ayer, al hombre lo encontraron muerto de un balazo en la cabeza. Al lado del cadáver estaba Sandra. Ella dijo que él se suicidó. Cuando esté en condiciones de declarar, podrá aclarar por qué decidió subirse de nuevo al coche con su ex, después de todas las amenazas que recibió de él.

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