Pozo Azul: descartan que el matrimonio brasileño haya sido asesinado por la mafia de la riña de gallos

Los investigadores policiales afectados a ubicar y detener a la persona que asesinó al policía militar brasileño retirado Elio Pereira De Mattos (65) y a su esposa Inés Lima Dos Santos (55) en el paraje Picada Diez de Pozo Azul descartaron que el doble homicidio haya tenido que ver con el mundo de las riñas ilegales de gallos o con alguna venganza contra las víctimas. De los elementos que recabaron hasta ahora no hay indicios que sostengan tales especulaciones.
El matrimonio brasileño no tenía problemas con los vecinos. Eran gente querida en la zona, por ser solidarios y sin conflictividad hacia los demás.
Los detectives de la Dirección Homicidios entrevistaron a una cantidad importante de pobladores de la zona, ubicada a unos 5 kilómetros de la zona urbana de Pozo Azul, para reconstruir las últimas horas de las víctimas.
Hasta el momento, todas las sospechas se centran en un hombre delgado, de entre 30 y 35 años, de tez morena y barba, al que un vecino del paraje vio en la casa de De Mattos el sábado. Ese extraño no dejó ver mejor sus facciones porque llevaba una gorra.
Incluso ese testigo llegó a cruzar algunas palabras con ese desconocido. Por eso pudo aportar que sólo hablaba en portugués. De esa persona nadie sabe nada.
El auto Nissan Tiida de los fallecidos fue visto saliendo de la casa el domingo. Luego lo hallaron abandonado en la zona de Dos Hermanas, en las afueras de Bernardo de Irigoyen.
Recién el martes encontraron los cuerpos de De Mattos y su mujer. Estaban en la habitación matrimonial. Él había sido ahorcado y golpeado en la nuca. Y ella, baleada en la cabeza. Salvo el coche, de la residencia no faltaba nada.

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