Día Nacional de la Lucha contra la Obesidad: ¿cómo impacta la obesidad en Argentina?

La fecha que se estableció para concientizar y sensibilizar a la población acerca de una problemática que tiene consecuencias que derivan en enfermedades que pueden resultar mortales. ¿Por qué es importante la prevención y control?.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la obesidad como la acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El tejido adiposo que se acumula en la zona del abdomen es un importante factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión arterial y varios tipos de cáncer.

En el marco del Día Nacional de la Lucha contra la Obesidad, una fecha para sensibilizar y concientizar a la población acerca de la problemática que afecta al país ya que Argentina, los datos son alarmantes. Y es que el país lidera el porcentaje de obesidad en menores de cinco años en América Latina, según datos de la OMS.

Se estima que la obesidad afecta a dos de cada diez adultos en el país y al 5,9 por ciento de los chicos y chicas de trece a quince años, según datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2013 y la Encuesta Mundial de Salud Escolar en 2012, respectivamente.

Con el objetivo de instalar fuertemente la problemática de la obesidad en la agenda pública, lograr la movilización social y participación comunitaria en todos los niveles, sensibilizar a la población acerca de la importancia de la prevención y control, se eligió el tercer domingo de octubre para generar conciencia sobre los impactos de la obesidad en la sociedad, según se estableció en el decreto 330/2017 publicado en el Boletín Oficial.

Además de riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer, la obesidad genera casos de bullying y dificultades para insertarse socialmente, entre otras problemáticas.

El sobrepeso y la obesidad constituyen el sexto factor principal de riesgo de muerte en el mundo y cada año fallecen cerca de 3,4 millones de adultos como consecuencia de las mismas. Y puede prevenirse, a través de la transformación del ambiente obesogénico, promoviendo el consumo de alimentos nutritivos y el aumento de la actividad física.

Uno de los mayores factores alarmantes es el de las bebidas azucaradas. Como había detallado en una entrevista con Infobae el secretario de Salud de la Nación Adolfo Rubinstein, «la Argentina es el país que más bebidas azucaradas per cápita consume en el mundo. Es un país donde aumentó la epidemia de obesidad más de 40% en los últimos siete u ocho años, y donde existe la mayor frecuencia de obesidad en los menores de cinco años».

«Algunos piensan que la obesidad y el sobrepeso son problemas que afectan a pocos, pero los datos muestran lo contrario. Es una epidemia social que requiere de acciones a nivel poblacional que generen entornos más saludables, donde los niños, niñas y adolescentes puedan ejercer plenamente su derecho a la salud. Este tipo de intervenciones demanda un fuerte compromiso de toda la sociedad. En este marco, la participación activa de las organizaciones de la sociedad civil desempeñan un papel fundamental, informando y abogando para que esta problemática esté en la agenda de gobierno», señaló Fernando Zingman, especialista de Salud de Unicef Argentina.

«Debido a que el tratamiento de la obesidad es difícil y con frecuencia fracasa, es preferible prevenir el sobrepeso a tratarlo una vez desarrollado. La educación en nutrición, que empieza en los colegios, puede proporcionar a las personas información y quizá motivación para que siempre equilibren el consumo con el gasto de energía. Mantener un alto grado de actividad es sumamente útil para lograr este objetivo», describió Hernán Provera, médico cardiólogo y Jefe del Departamento de Riesgo Cardiovascular de INEBA.

Para el médico especialista en nutrición Francisco D’Onofrio (MN 92767), el tratamiento de la obesidad debe abordarse con una terapia integral. En efecto, las recomendaciones internacionales coinciden en que debe estar a cargo de un equipo interdisciplinario para implementar acciones que abarcan desde planes de alimentación hipocalórica con reeducación alimentaria, práctica regular de actividad física y actividades antisedentarismo, el apoyo de salud mental para el control de las emociones con cambios conductuales, el uso de fármacos anorexígenos seguros, el balón gástrico y, para casos extremos, la cirugía bariátrica.

Además, el especialista cree que es vital su prevención desde el embarazo y niñez, sobre todo la adecuada nutrición en los primeros 1000 días de vida, la clave esencial para una futura vida sana, donde la lactancia materna tiene un rol preponderante así como la importancia de promover la alimentación saludable, la práctica de actividades antisedentarismo, evitando los ambientes obesogénicos o tóxicos, las suficientes horas de sueño y el manejo eficaz de las emociones.

Fuente: Infobae

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