Se desploma la venta de autos cero kilómetro en Misiones

Los precios se dispararon con la devaluación, también los costos de financiamiento, como lógica consecuencia, la demanda se contrajo. En septiembre se registró en Misiones una caída en las ventas de 41 por ciento respecto a igual mes del año pasado, casi 7 puntos porcentuales más pronunciada que la observada a escala nacional.  Los patentamientos en la provincia marcaron un récord histórico en el primer cuatrimestre, pero en mayo comenzaron un camino descendente que se profundizó en los meses siguientes. La recuperación llegaría, con suerte, en la segunda mitad del año próximo.

 

Después de haber cerrado 2017 con un récord histórico de operaciones en todo el país, las concesionarias se preparaban para un año todavía mejor en 2018. Las previsiones de inicios de año prometían la continuidad de un tipo de cambio atrasado, crecimiento económico y aumento del poder adquisitivo de los salarios, un combo inmejorable para salir a vender autos. Las automotrices producían al 100 por ciento y se disputaban porciones de un mercado demandante a fuerza de promociones agresivas que incluían importantes descuentos y condiciones flexibles de financiamiento.

 

El panorama no podía ser mejor para las concesionarias de Misiones que lograron superar los registros récord de ventas de 2017 durante los cuatro primeros meses del año en curso. La tendencia se revirtió en mayo, con los primeros movimientos fuertes del dólar, entonces se registró una reducción interanual de poco más de 3 por ciento. De ahí en adelante la caída solo se pronunció.

 

Pese a ello el primer semestre cerró con una nueva marca histórica de patentamientos en Misiones, por primera vez se registraron más de 8.000 autos en seis meses. Sin embargo, los comerciantes del ramo sabían que no había mucho para festejar porque las condiciones de la economía anticipaban un segundo semestre negro. La devaluación elevó significativamente los precios de los vehículos y la política monetaria del Banco Central disparó los costos del financiamiento.

 

Las previsiones pesimistas no tardaron en reflejarse en las estadísticas de la Dirección de Registros Nacionales de la Propiedad Automotor. En mayo se habían registrado casi 1.300 ventas en Misiones, en septiembre el número cayó a menos de 850. En la comparación interanual, el número del mes pasado marcó una caída de casi 41 por ciento, por lejos la más abultada del año.

 

Para los comerciantes del ramo, la principal explicación para la retracción registrada en las ventas pasa por el incremento sustancial en los precios de los vehículos de la mano de la suba del dólar. Explicaron que un auto cero kilómetro de los más económicos, tradicionalmente cuesta alrededor de 10 mil dólares. A inicios de año, esa suma equivalía a poco menos de 200 mil pesos, pero ahora se acerca al doble.

 

El otro factor que incide negativamente es el altísimo costo de la financiación. En ese aspecto, la política monetaria que viene aplicando el Banco Central en su intento por contener al dólar se traduce en tasas de interés que superan el 70 por ciento anual en créditos bancarios orientados a la compra de vehículos.

 

Desde el sector consideran que las ventas se sostuvieron en abril y mayo en base a la demanda de compradores que decidieron adelantarse a un aumento de precios que era esperable por la corrida cambiaria, pero ese efecto se terminó en junio y de allí la pronunciada caída registrada en las ventas.

 

Los números nacionales son un poco menos malos que los observados en Misiones. A escala país la retracción interanual comenzó recién en septiembre, cuando se registró una caída de 34,7 por ciento en relación a igual mes del año pasado. En ese sentido, Dante Álvarez, presidente de ACARA, expresó que “el panorama difícil que veníamos observando se pone más complejo. Las turbulencias financieras, que retraen la actividad económica en general y nuestra actividad en particular, hacen que hayamos tenido en septiembre una caída interanual muy fuerte que resiente toda nuestra estructura comercial”.

 

Con precios muy alejados de la capacidad de compra de los salarios promedio y sin el apalancamiento del crédito, nada hace presagiar una mejora para el sector. Todas las esperanzas están puestas en la posibilidad de que el año próximo la economía vuelva a crecer y  con ella la capacidad de compra del mercado interno: Los concesionarios saber que el proceso será lento y no comenzaría antes de la segunda mitad del año próximo.

JRC EP