Crean órganos humanos en 3D para que los cirujanos ensayen y operen mejor

George Kassis y Eliseo Guzmán replican órganos del cuerpo humano en distintas texturas, para facilitar la tarea del cirujano dentro del quirófano. Se trata de un emprendimiento creado por dos jóvenes de La Plata.

«Brindamos un servicio de impresión 3D aplicado a la medicina y le suministramos al médico un modelo físico de la anatomía del paciente, que le permite ensayar la operación en forma anticipada. El especialista nos indica que órgano del paciente necesita modelar y lo imprimimos en un plástico rígido (para huesos) o flexible, para órganos blandos», describe Kassis.

Como tantas otras aventuras tecnológicas, la suerte de George, estudiante avanzado de ingeniería electrónica y Eliseo, un diseñador industrial, sucedió por una casualidad. Resulta que estos dos jóvenes emprendedores son vecinos en la ciudad de La Plata. Así que un día se saludaron con amabilidad, al otro se pusieron a conversar sobre sus especialidades y finalmente, terminaron acordando un proyecto en conjunto.

“Así, con los mismos instrumentos que se efectúa una cirugía se puede ensayar la intervención, lo que le permite al cirujano adelantarse a posibles complicaciones. Y también, planificar los movimientos para alcanzar un procedimiento óptimo. Incluso se puede seccionar e imprimir las partes que precise. Otra opción es utilizar dos colores para realzar el contraste. Es decir, el tumor puede llevar un tono específico y el resto de la estructura en otro”, remarca Guzmán.

Esta pequeña empresa en ascenso integra el grupo de emprendimientos impulsados por Open Innovation, de la Fundación Telefónica, para detectar soluciones innovadoras destinadas a cualquier segmento.

El molde base se obtiene de una tomografía o una resonancia suministrada por el profesional, que básicamente es escáner tridimensional. “Antes de llegar a la impresora 3D, se escanea la imagen mediante diferentes softwares médicos y después, pasamos a las aplicaciones de diseño donde acomodamos algunos volúmenes que pierden perspectiva y los alisamos. El tamaño, por lo general es a escala real y también, se pueden realizar todos los moldes que solicite”, advierte Kassis.

Como en toda labor, existen riesgos y contratiempos. “En promedio, un modelo de mediana complejidad demanda unas 23 horas de impresión.El problema es que si algo falla cuando quedan 20 minutos, se corta el proceso, se pierde lo hecho y hay que volver a empezar de cero. A esto hay que sumarle la cantidad de horas de edición y la asistencia al médico lograr la perspectiva ideal de impresión”, dice Guzmán.

“Lo que despertó está idea fue que mi abuelo, a una avanzada edad, le detectaron un tumor en la cabeza y no se animaron a operarlo porque no sabía si iba a resistir. Así que me puse a pensar qué podía aportar para subsanar esos inconvenientes”, puntualiza Kassis.

“Uno de nuestros primeros encargos fue un tumor maxilofacial y a través de nuestro modelo, el cirujano logró ensayar la operación y pudo modificar el procedimiento quirúrgico. Incluso en una segunda instancia, nos pidió la impresión de diferentes vistas de la mandíbula con el cráneo. Este cambio de posición le sirvió para modificar la ruta de operación y dar con un camino más sencillo. Lo que deriva en intervenciones más cortas y menos invasivas. Así, algo que podía durar 8 horas puede acortarse a dos”, explica Guzmán.

Fuente Clarín

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