El responsable del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en la provincia señaló que el organismo ha desarrollado trabajos de investigación en todas las cadenas productivas. “Los productores nos reclaman que les acerquemos esos conocimientos”, destacó.
Con 62 años de vida vinculados al sector productivo del país, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) es reconocido en Misiones como uno de los principales protagonistas en la generación de conocimiento. “Estamos precisamente en un punto bisagra, cerrando una cartera de programas y actividades para comenzar con otro nuevo, siempre en lo relacionado a las cadenas productivas de la provincia”, comentó el director del INTA Regional Misiones, el ingeniero agrónomo Octavio Ingaramo.
Luego de su desempeño profesional en Chaco, accedió al cargo por concurso en el año 2012. Cuatro años después volvió a concursar para seguir al frente del INTA en la provincia. En este tiempo percibió que el agro local, particularmente los productores, plantea una demanda estrechamente relacionada con el acceso al conocimiento. “Una de las cosas que nos dicen es que el INTA tiene conocimiento pero que no les está llegando; esa es la principal demanda”, refirió.
Para satisfacer ese reclamo, desde la institución apuestan a combinar estrategias “clásicas”, como las jornadas a campo, con el uso de las redes sociales y los medios de comunicación. “Pretendemos realizaron un fuerte trabajo con productores demostradores, con jornadas a campo en las chacras, como así también establecer alianzas con medios de comunicación y utilizar las redes sociales”, explicó. En lo relacionado al recurso humano pretende fortalecer a los profesionales por medio de cursos de actualización técnica, en diversas temáticas.
En ese sentido, Ingaramo recordó que el INTA está vinculado con prácticamente todo el arco productivo y que cada uno ellos tiene su requerimiento puntual. “Para el caso de la yerba mate – precisó – está el tema de las plagas y enfermedades, en el sector ganadero el tema es la nutrición; para el caso forestal la demanda está menos clara porque el sector atraviesa una realidad económica compleja, pero estamos trabajando en nivel del material genético; en frutales se está trabajando fuerte con la Cooperativa Citrícola de Alem y también hay demandas de otras producciones como el caso del ananá o el mamón”.
En Misiones el INTA cuenta con un Centro Regional ubicado en Posadas, más las Estaciones Experimentales Agropecuarias localizadas en Cerro Azul y en Montecarlo. Al igual que otros organismos nacionales, debió someterse a un proceso de ajuste que implicó una reducción de su plantel. En todo el país el INTA cuenta con unos 7.000 empleados. “A mediados del 2017 éramos uno 7.800 y en ese momento se comenzó un proceso de negociación con el Ministerio de Modernización. Acordamos que a partir de ese momento no incorpora ni se repone gente”, subrayó.
A pesar de ciertas restricciones presupuestarias, el organismo mantiene vínculos con actores del ámbito privado y del sector público que le permite cumplir sus objetivos. “En nuestro Centro Regional – ejemplificó – tenemos trabajando a cinco investigadores pertenecientes al CONICET, que cobran del CONICET, pero que trabajan para satisfacer las demanda que los productores le generan al INTA”.
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