#económicaMENTE ¿Cuál es el problema que queremos resolver?

De acuerdo al diagnóstico de las autoridades económicas en nuestro país, en la lista de problemas (desempleo, recesión, pobreza, inflación, déficit presupuestario, etcétera) los dos más importantes son: el déficit del sector público y la inflación.

En relación al primer desafío, lo tratamos en el artículo “Medidas económicas en la clase de macro“ que fue publicado hace un par de semanas.

En la presente columna, vamos a ocuparnos de lo que se considera nuestro drama existencial: la inflación. El miércoles 26 de septiembre del corriente año se presentó el nuevo programa monetario que, con sus restricciones, «permitirá a la Argentina reducir la inflación y recuperar la previsibilidad de precios que necesita» … en palabras del nuevo presidente del BCRA, Guido Sandleris.

Reducir la inflación se ha convertido en «la meta primera del BCRA», quien es la institución responsable por mantener el valor de nuestra moneda. Hay varios elementos que influyen en la inflación: cantidad de dinero circulando en la economía, valor del dólar, expectativas y costos, entre otros.

¿Qué plantea el BCRA para resolver esto?

En relación a la primera causa de inflación planteada, la herramienta es la política monetaria donde la variable relevante es la cantidad de dinero que está circulando en la economía (base monetaria) … cuando hay emisión de dinero, aumenta la base monetaria, si este aumento no es acompañado por un incremento en la producción de bienes y servicios, se acelera la presión en los precios.

Con este dato, la autoridad monetaria plantea una importante contracción monetaria donde, el BCRA deja de emitir moneda con lo cual se logra un efecto para reducir su impacto en la inflación, que también impactará en la actividad económica, con una fuerte retracción. Como consecuencia de esta medida, se refuerza la caída en la actividad económica, aumenta del desempleo y dado el retardo natural en los efectos de política, hasta mediados o fines del año próximo, no se verá el resultado en los precios.

Para la segunda causa, el BCRA anunció el miércoles 26 de septiembre un esquema de flotación del dólar con un piso de 35 y un techo de 44 que se irá ajustando un 3% mensual. Esta brecha marca una zona de intervención, es decir que si la divisa pasa algunos de estos límites, el BCRA comprará o venderá dólares según sea el caso con el objeto de mantener estable su valor, eliminando así su creciente volatilidad y especialmente los “overshooting” (ósea la disparada del dólar).

En este contexto, se busca generar un sendero de devaluación programada que sirva de referencia para la formación de precios.

Las expectativas del gobierno respecto al valor de equilibrio de la divisa rondan los $39.

Sin embargo, lo más probable parece ser un tipo de cambio en el entorno de los $48 por dólar para fin de año, que será el valor del techo de la divisa ajustando por ese 3% mensual. Como el dólar es una referencia para la fijación de precios, es de esperar que sigan aumentando acompañando la apreciación de la divisa.

Finalmente, las expectativas de los agentes económicos varían en función de la credibilidad de las medidas y las proyecciones de actividad para los próximos meses. Las familias ven reducido su poder de compra, por la inflación y los ingresos que aumentan, pero menos que los precios … con lo cual aumenta también la pobreza ya que cada vez menos familias pueden acceder a una canasta básica.

Por su parte la tasa de interés, que influye en el consumo y en la inversión, hace lo suyo terminando de “enfriar la economía” ¿Por qué? Cuando las tasas de interés son altas, el costo para financiar inversiones también y lo mismo sucede con el consumo de las familias. La caída en la inversión “real” y en el consumo, impacta directamente en el empleo, ya que las empresas no generan nuevos puestos de trabajo, aumentando así el desempleo en la economía.

La pregunta final es … ¿qué problema queremos resolver como sociedad? . Está claro que todo este paquete de medidas está centrado en resolver dos de todos los problemas que tiene nuestra economía, lo cual está muy bien…si no tenemos en cuenta el costo social de estas decisiones…

Es decir: más recesión, mas desempleo, más pobreza … por eso me pregunto … nosotros como sociedad, como país, como comunidad ¿qué problema queremos resolver primero?

 

 

Por Eva Muguerza (*)

(*) Economista

 

 

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