El crimen de un chico de ocho años conmociona a Uruguay. Se trata de Inti Nahuel Lois y de acuerdo a los primeros datos de la autopsia lo mataron a golpes en la cabeza con una piedra o una pala. Además, tenía un brazo fracturado y casi desmembrado y signos evidentes de un abuso sexual. Por el caso, la policía detuvo a un adolescente y sospechan que el asesinato ocurrió durante un ritual.
El acusado tiene 16 años y es vecino de la víctima. Las pericias arrojaron indicios en su contra y la declaración de los testigos terminó de colocarlo en la mira de la Justicia. Varias personas indicaron que interceptó a Nahuel cuando salía de hacer las compras y otros tantos lo ubicaron después en la zona boscosa donde se encontró el cuerpo. Estaba mojado hasta la cintura y llevaba dos bicicletas, una era suya y la otra de Nahuel.
Los padres de la víctima y los del acusado se cruzaron en la puerta del juzgado horas después del macabro descubrimiento. «¿Vos sos la madre de la rata que mató a mi hijo? Lo acabo de enterrar», le gritó Lois a la pareja, según publicaron los medios locales. Varios allegados a la familia fueron los que impidieron que el cruce se fuera de las manos.
«Es mi hijo y me duele. Pero esas cosas no se hacen a un ser humano”, manifestó por su parte a la prensa el padre del sospechoso, al borde del llanto. Tanto él como su esposa tuvieron que abandonar la casa en donde vivían por las amenazas que recibieron, informó Telemundo.
El adolescente detenido estuvo bajo tratamiento psicológico y psiquiátrico. «Tomó medicación durante años pero nunca le dieron un diagnóstico», contó su mamá del sospechoso.
Engaño y muerte
El viernes alrededor de las 10 de la mañana, Nahuel salió de su casa en Neptunia Norte para ir al almacén y ya no volvió a su casa. Cinco horas después, la familia denunció su desaparición. Algunos vecinos declararon ante el fiscal del caso que vieron al sospechoso hablando con el chico en la puerta del negocio. «Vamos a recoger piñas», le habría ofrecido.
Nahuel se fue con él y lo encontraron muerto varias horas después. Sin embargo, cuando todavía lo buscaban con vida el adolescente acusado se presentó en la casa de la víctima y dijo que tenía la bicicleta de Nahuel porque se la había comprado.
«Vos sabés algo, dame datos de mi hijo», le dijo entonces el padre del chico. Pero el sospechoso se fue sin decir palabra. Lo detuvieron varios patrulleros más tarde mientras circulaba por la calle y fue recién entonces cuando se quebró y dijo dónde estaba el cuerpo.
Fuente: TN
E.B.
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