Desde Derechos Humanos advirtieron que la crisis económica genera situaciones de necesidad “que antes no se veían”

La ministra de Derechos Humanos de la Provincia, Lilia “Tiki” Marchesini, advirtió que de la mano del deterioro de la economía nacional se nota un incremento en los casos de necesidad extrema que llevan a cuadros de violencia y desesperación. La funcionaria expuso ante la comisión de Presupuesto, donde detalló las acciones que tiene previsto desarrollar el año próximo la cartera que conduce.

 

En la continuidad de las reuniones para analizar el proyecto de Presupuesto 2019 que envió el Ejecutivo provincial, hoy le tocó el turno de exponer ante la comisión de Presupuesto de la Legislatura a la ministra de Derechos Humanos, Lilia “Tiki” Marchesini. El comunicado oficial posterior a la reunión destacó que al área que encabeza Marchesini se destinarán 94.156.000 pesos, lo que representa un aumento del 19,66 por ciento respecto al presupuesto en ejecución. Pero en un diálogo con este medio posterior a la reunión, la funcionaria destacó que más allá de los fríos números, el desafío más grande que enfrentará Derechos Humanos será dar respuestas a los sectores más desprotegidos de la sociedad, principales víctimas de la crisis económica nacional.

 

“La situación económica genera mayores casos de violencia, de desalojo, desempleo, el que llega al ministerio de Derechos Humanos está en un estado de desesperación, ya no sabe dónde ir para resolver sus problemas”, advirtió.

 

En ese contexto, la funcionaria señaló que hoy se ven situaciones “que no se veían hace dos años. Vamos a entregar una partida de nacimiento a una familia que se le incendió la casa y nos encontramos con una madre llorando porque no tiene una leche para alimentar a sus cuatro hijos”, dijo.

 

Marchesini señaló que la naturaleza del trabajo que realiza el ministerio que conduce, vuelve más compleja la tarea de presupuestar “porque el organismo tiene una mirada transversal”. Prevemos tener flexibilidad que nos permita ir viendo en función de lo que sucede, dónde va el destino del recurso.

 

“A veces, uno piensa que el Ministerio de Derechos Humanos se dedica solo a apremios ilegales o memoria, verdad y justicia, pero hay otras cuestiones: acompañar acciones solidarias y estimular la ayuda mutua, generar organizaciones, llegar a las casas con programas de huerta”, reflexionó.

 

Consideró que “el punto más débil es la necesidad de la gente”, y mencionó, como ejemplos, situaciones de desalojo y falta de documentación, que hace que las personas no tengan acceso a una asignación o pensión.

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