Pasó 14 horas encerrado en el auto y dejó una carta de despedida: «Es una muerte terrible, no puedo salir»

El relato en primera persona de una situación desesperante.

«Esta es una muerte terrible. No puedo salir del auto». Lo escribió desde su propio vehículo Peter Pyros (75), un ciudadano de Cleveland, Estados Unidos, que pasó catorce horas encerrado en su Cadillac XLR 2006 por una falla en las puertas.

«Acepté, en algún momento, que así era como iba a morir. Fue la experiencia más horrible que puedan imaginar», relató el hombre en una entrevista con The Washington Post. «Sentí que estaba en el infierno».

Pyros confesó que rara vez maneja su Cadillac, pero con el invierno cada vez más cerca creyó que debía encender el motor y salir a dar una vuelta por el barrio. Entró a la cochera de su casa a las 10 de la mañana para prender el auto, volver a cambiarse mientras el vehículo tomaba temperatura y luego arrancar. Su plan falló.

Intentó encender el motor, pero no pasó nada. Luego quiso abrir las puertas, pero no abrieron. No se podían destrabar. La llave dejó de funcionar. Se puso nervioso. Probó nuevamente. No tuvo éxito. Empezó a desesperarse. Pensó en avisar a alguien de su familia. Había olvidado el celular en la casa.

Reemplazó la batería de la llave, pero no funcionó. A los 30 minutos tuvo las primeras dificultades para recuperar el aliento. «Es como si estuvieras en una caja fuerte y no sabes cómo salir de ella», confesó. Acá abajo lo cuenta él mismo (en inglés).

No tenía herramientas ni objetos filosos en el vehículo. Golpeó la ventana con el puño. No funcionó y probó con los pies, también sin éxito. Presionó su boca contra la puerta y gritó pidiendo ayuda. Parecía que nadie escuchaba nada.

Fueron en total catorce horas. Pyros dijo haberse desmayado dos veces. «No puedo creer que estoy en esta situación», pensó en ese momento. Confesó haber orinado en sus zapatos, rezado varias veces y hasta haberse resignado a morir así. Por eso escribió una carta en la que se despedía de su familia.

Milagrosamente, un vecino escuchó ruidos extraños y le mandó un mensaje al celular. Como no contestaba, se acercó a la casa. Notó que algo raro pasaba, saltó la reja y entró. Cuando lo vio encerrado en el auto, llamó al 911.

Al rato llegaron los bomberos. Cuando notaron que la puerta no se podía abrir, le pidieron a Pyros que destrabe el capot para poder darle arranque desde afuera al motor y desbloquear las puertas. «No podían creer que estaba vivo», relató el hombre. Enseguida lo llevaron a un hospital.

General Motors, consorcio al que pertenece la firma Cadillac, emitió un comunicado oficial para aclarar que «cualquier vehículo o llavero puede perder potencia, y ese riesgo aumenta a medida que el vehículo envejece». Y revelaron que el XLR tiene una manija para abrir las puertas de manera manual ubicada en el piso, al lado del asiento. Pyros no lo sabía.

«No quisiera que mi peor enemigo pasara por lo que pasé. Ahora pienso en bebés, en niños pequeños que mueren así en un auto. Estás muriendo lentamente», declaró. Y avisó que, a partir de ahora, su objetivo es «salvar vidas».

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