Naomi Osaka venció a Serena Wiiliams y se coronó campeona en el US Open

La japonesa, de 20 años, superó a la estadounidense por 6-2 y 6-4 en la final femenina del Abierto de Estados Unidos y conquistó el primer Grand Slam de su corta carrera.

La tenista japonesa Naomi Osaka, vigésima cabeza de serie, venció este sábado en la final femenina del Abierto de Estados Unidos a la local Serena Williams, decimoséptima favorita, por 6-2 y 6-4, y se proclamó campeona del último torneo de Grand Slam de la temporada.

El triunfo de Osaka, de 20 años, la convierte en la primera tenista japonesa que logra un título de Grand Slam, y deja su marca en 2-0 en los enfrentamientos que ha tenido con la mejor tenista del mundo.

Osaka, que ya había ganado a Williams, en la primera ronda del pasado Masters 1000 de Miami, la superó en todas las facetas del juego, con un saque consistente, un resto impecable que le permitió hacerle cuatro quiebres en cinco oportunidades, por apenas uno que cedió en las seis que tuvo la exnúmero uno del mundo.

En un momento del partido, Serena tuvo un intercambio de palabra con el  árbitro Carlos Ramos, al que llamó «ladrón y mentiroso».

La estadounidense fue amonestada por el juez que le acusó de que su entrenador Patrick Mouratoglou le había ayudado desde el box y le quitaron un juego en el segundo set.

La pérdida del punto, hizo que Serena estallase contra el umpire. «Me levantó el pulgar y me dijo: ¡Vamos!. Yo no hago trampas para ganar. Preferiría perder. Sólo te lo digo. Me has robado, me debes una disculpa nunca hice trampas en mi vida, tengo una hija y sólo hago lo que es correcto. Eres un ladrón y un mentiroso. Me debes una disculpa», acusó la tenista

Serena recibió otra amonestación por parte de Ramos y le quitó un juego, que dejó el marcador del segundo set en 5-3. «¿Me vas a quitar esto porque soy una mujer?», reclamaba Williams.

El castigo fue decisivo para que el partido acabase del lado de Osaka, que se convierte en la nueva reina del Abierto de Estados Unidos y Williams se queda sin el séptimo título en Flushing Meadows y el vigésimo cuarto de Grand Slam, con el que esperaba empatar a la mejor de todos los tiempos la legendaria australiana Margaret Court.

La nueva campeona se llevó un premio de 3.800.000 dólares, mientras que la finalista ganó 1.850.000 dólares.

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