Tragedia en la ruta 213, el juicio: “Yo vi todo el accidente, el auto venía por la vereda y en un abrir y cerrar de ojos se llevó puestas a las dos chicas”

Carolina Rodríguez es policía. En 2015 trabajaba en la Alcaidía de Mujeres. El 7 de febrero de ese año estaba de franco, en su casa, ubicada en la colectora de la ex ruta provincial 213, a la altura de la calle Paraguay, en Posadas. Cuando estaba reunida con un grupo de amigos, fue testigo de un accidente brutal, el que les costó la vida a Yanina Galarza (20) y a Gladis González (27). Por ese doble homicidio, está siendo juzgado el ex empleado de Migraciones Gonzalo Slámovits (34).
“En un abrir y cerrar de ojos, se llevó puestas a las dos chicas”, fue lo primero que declaró la testigo al comparecer ante la jueza Correcional y de Menores Uno, Marcela Leiva.
“Todo sucedió alrededor de las 5.45. Yo vi a las chicas antes. Incluso escuché la conversación de ellas. Una le dice a la otra ‘parale, parale’. Un ratito después me llamó la atención el ruido llamativo de un auto. Miré hacia la Quaranta y vi venir al auto por la vereda. Después las chocó”, evocó con crudeza.
“El auto después dio contra los postes de luz. Se levantó mucha polvareda. Recién cuando bajó el polvo, me acerqué y vi los cuerpos. Entonces llamé al 911”, añadió.
Rodríguez contó que “luego me acerqué al conductor del auto, que estaba acostado al lado del coche. Le pregunté su nombre y le costaba hablar. Balbuceó un poco y luego lo pudo decir: Gonzalo”.
Sobre el trágico final de las cuñadas y amigas Gladis y Yanina, recordó: “Los cuerpos estaban como estrujados. No había mucha sangre. Estaban uno cerca de otro”.
Rodríguez dijo que ella no puede decir que Slámovits estaba ebrio, porque en medio de ese cuadro de terror, no reparó en ese detalle.
“Algunos conocidos de las víctimas querían tocar los cuerpos y yo les pedí que no los movieran. Otros tenían intenciones de hacer algo con el automovilista, también los calmé. Como policía era lo que podía hacer hasta que llegaran los demás”, agregó.
La mujer tuvo la inolvidable experiencia de haber visto todo. Con su relato se confirmaron el exceso de velocidad del VW Golf del conductor, la secuencia del accidente y el cuadro dantesco con el que terminó todo.
Otro testimonio que conmovió en la primera audiencia del debate fue el de Yamila Dahiana Kemerer, quien un rato antes del choque letal había estado en el boliche con sus amigas Yanina y Gladis.
“Estábamos juntas en el boliche. Yanina y Gladys salieron antes. Y se fueron caminando por la 213. A mí un conocido me llevó en moto. Y cuando pasamos por el lugar del accidente, paramos. Me bajé y vi los cuerpos. De inmediato me descompuse”, declaró.
La chica fue asistida en una gomería. “Estuve en el baño un rato largo. Luego fui al barrio (San Isidro) a contar lo que había pasado”, añadió.

Vanesa Vanina Álvez también estuvo con las víctimas en la bailante de Quaranta y Tomás Guido.
“Salimos y volvimos caminando. En un momento determinado, Yanina quedó respondiendo o mirando una comunicación por su celular. Eso hizo que se retrasara. Gladis la esperó. Nosotros nos adelantamos y cada tanto mirábamos por dónde estaban, hasta que quedaron lejos”, precisó.
A la altura de 213 casi Cabo de Hornos, Vanesa escuchó el estruendo y vio cómo se movían los cables de luz. A continuación, la nube de polvo.
“Al mirar atrás vimos la polvareda. Enseguida nos alcanzó un muchacho al que habíamos visto arreglando su moto. ‘Un auto mató a dos chicas’, dijo. Ahí volvimos corriendo y nos encontramos con lo que había pasado”, remató.

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