Un niño de dos años murió calcinado mientras sus padres estaban en una fiesta

Fueron imputados por el delito de «abandono de persona seguido de muerte calificada por el vínculo». Fue en Salta.

El fiscal penal N§ 4 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ramiro Ramos Ossorio, imputó por el delito de «abandono de persona seguido de muerte calificada por el vínculo» a los padres del niño de 2 años que murió calcinado el 11 de agosto pasado al incendiarse la vivienda que habitaban en la calle Río Iruya de la localidad de La Ciénaga. Según el funcionario, de la investigación surgió que el bebé se encontraba en un estado de abandono general y que ese día los progenitores lo dejaron solo en forma prolongada para participar de una reunión con ingesta alcohólica que habían iniciado en horas de la tarde.

La autopsia practicada al pequeño determinó que falleció por «asfixia oxipriva por intoxicación con monóxido de carbono y carbonización». En tanto que el informe realizado por el cuerpo de bomberos estableció que el origen del siniestro y los daños resultantes fue una vela que dejaron encendida en la habitación en donde dormía el chiquito.

Con estos y otros elementos de convicción reunidos durante la investigación, Ramos Ossorio decidió imputar a Cristian Andrés Chinchilla y a Ángela Fernanda Ibarrarán por el delito de abandono de persona seguido de muerte, calificado en calidad de coautores. En sus fundamentos, el representante del Ministerio Público consigna que el día de los hechos, según quedó comprobado, la pareja se encontraba participando de una reunión social en otra vivienda del barrio, donde hubo una abundante ingesta de bebidas alcohólicas. Para disfrutar en plenitud de la fiesta Chinchilla e Ibarrarán dejaron al niño durmiendo en soledad en el interior de la precaria vivienda con una vela encendida. En ese sentido el fiscal Ramos Ossorio señala que con esta actitud los padres expusieron al infante a una situación de desamparo, sobre todo tratándose de un niño de corta edad, incapaz de valerse por sí mismo.

Informes que complican a la pareja
El su informe el fiscal Ramiro Ossorio resalta que en diversos testimonios obtenidos de vecinos del matrimonio Chinchilla, que vivía hacía aproximadamente 7 meses en el lugar, surgieron otros elementos que comprometieron a los padres del bebé calcinado. Según los informes de profesionales del equipo interdisciplinario de la Unidad de Graves Atentados, se menciona que existían episodios reiterados de agresividad y violencia entre la pareja y de la pareja con los otros hijos, antes del fatal incendio. Los padres del chiquito fueron asistidos por un defensor oficial y tras conocer los hechos que se le imputan, decidieron abstenerse de prestar declaración. Respecto a la situación procesal, el fiscal solicitó el cumplimiento de medidas sustitutivas a la detención para ambos mientras se termina con la investigación.

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