Retenciones a las exportaciones: a las automotrices les costará u$s 550 millones al año

La decisión del Gobierno de aplicar retenciones a las exportaciones sacudió al sector automotor. Ayer, en la asociación que agrupa a las terminales locales (ADEFA), el clima era tenso. Directivos de la entidad estuvieron reunidos durante buena parte de la jornada analizando el impacto de la medida. Según las primeras estimaciones, el nuevo régimen significaría el traspaso desde las automotrices y autopartistas al Estado de unos u$s550 millones al año, al precio de ayer unos $22.000 millones. La medida oficial establece una retención de $3 por cada dólar exportado. El cálculo que realizó la entidad sobre un volumen estimado de unas 250.000 unidades que es lo que se esperaba exportar durante 2018. «El impacto es enorme para el sector. Se trata de más de un 7% del valor de cada auto exportado que se lleva el Estado», explicó un empresario automotor. Hay que tener en cuenta que del valor de cada auto que se fabrica en el país, el 54% son impuestos. Ahora, además de lo que se queda el Estado por la producción automotriz se llevará un porcentaje adicional cuando el vehículo sea exportado.

Si bien el monto total de la transferencia del sector privado a fisco puede variar, ya que ayer había algunas dudas sobre cómo se calculaba la retención (según la forma de computarlo podría ser mayor), lo seguro es que va a tener consecuencias en la actividad. Hoy saldrá la resolución en el Boletín Oficial y se podrá definir el número final. «Evidentemente van a resentirse las exportaciones porque en algunos casos se está exportando a pérdida o con muy poco margen, para mantener la producción y el empleo, y con esta quita la situación se va a agravar», fue el mensaje que dejó un directivo consultado.

Es que en las automotrices estiman que esta pérdida de ingresos puede disminuir el volumen de las ventas externas ya que por la baja competitividad argentina nos es difícil entrar con los vehículos locales a otros mercados. Según un estudio que realizó el año pasado ADEFA, producir un auto en la Argentina era 25% más caro que en Brasil y 65% que en México. Por este motivo, para poder exportar hay que recortar márgenes.

Es cierto que con la fuerte devaluación en lo que va del año, la competitividad del sector mejoró, pero no de manera directa. Hay que tener en cuenta que el 70% de las autopartes con las que se fabrica un 0 km son importadas y del 30% restante de producción nacional, la mayoría de los insumos llegan del exterior.

Además, la medida llega en un contexto complicado por la caída de las ventas internas (ver pág. 13) y el mercado externo estaba siendo la forma de compensar la menor actividad. De hecho, a comienzos de año ADEFA había elevado las estimaciones de las exportaciones por una mejora de Brasil que ahora está condicionada por la elección presidencial en octubre en ese país.

 

Fuente: Ámbito

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