Mendoza: Por qué Julieta Silva fue condenada solo a tres años de prisión por el crimen de su novio rugbier

Para la Justicia fue un accidente de tránsito. Pero la familia de la víctima esperaba perpetua.

La condena de Julieta Silva la joven de 30 años que atropelló y mató a su novio rugbier Genaro Fortunato a la salida de un boliche en Mendoza, no fue bien recibida para la fiscalía y la familia de la víctima. La Justicia dictaminó que se trató de un accidente de tránsito y la sentenciaron a tres años y nueve meses de prisión.

El Tribunal Colegiado N°1 de San Rafael decidió que la mujer siga con prisión domiciliaria y, a su vez, ordenó una inhabilitación de ocho años para que no vuelva a conducir. Insatisfecho por la sentencia, el fiscal Fernando Guzzo adelantó que apelará en la Cámara de Casación.

Los elementos que redujeron la condena

Silva enfrentaba la acusación de homicidio, pero con diferentes calificaciones. Por un lado, homicidio simple con dolo eventual -delito que se castiga con 8 a 25 años de cárcel- y homicidio culposo agravado, que tiene una pena máxima de cinco años.

En la recta final del juicio, la Fiscalía sumó el agravante por la relación de pareja que mantenía con la víctima y pidió acusar a la joven por homicidio agravado por el vínculo. En el alegato, presentaron como atenuante «la emoción violenta» y exigieron una condena de 14 años de prisión. Aunque en la vereda contraria, el abogado de la familia de Fortunato sostuvieron que debía recibir cadena perpetua.

Con todas las opciones sobre la mesa, los jueces encontraron a Silva «autora responsable del delito de homicidio culposo agravado» y argumentaron que no tuvo intenciones de matar a su novio, con quien mantenía una relación sentimental de tres meses. Este vínculo tampoco lo tuvieron en cuenta, algo que podría haber agravado la pena. También consideraron que no tenía antecedentes penales y era madre de dos chicos menores de edad.

La familia escuchó la resolución entre el dolor y la disconformidad. La mamá de Fortunato, Graciela Linares, se dirigió directamente hacia la condenada: «¿Por qué Julieta? Genaro te quería».

«Tengo el derecho de poder preguntar por qué, de poder entender qué pasó, qué tanto mal hizo Genaro», manifestó y, a pesar de las advertencias para que se dirigiera a la sala en general, siguió hablándole a Silva. «Genaro te quería Julieta, tenía proyectos con vos y vos sabés de lo que te estoy hablando», le dijo al borde de las lágrimas.

Aunque la Fiscalía ya adelantó que apelarán el fallo en una instancia superior, todavía el abogado de la familia no confirmó si seguirán los mismos pasos. El letrado de la querella informó que primero leerá los argumentos de la sentencia y luego resolverá.

El caso

El hecho ocurrió en septiembre de 2017, cuando la pareja fue a bailar al boliche La Mona de San Rafael. La víctima había discutido con Silva en ese lugar y, cuando ella se fue, intentó subirse a su auto. La mujer se lo impidió y aceleró: fue en ese momento que el joven quedó tirado en el asfalto.

La Justicia investigó lo que sucedió después. Minutos después, la condenada arrancó, dio un giro en U y volvió al punto en donde estaba su novio. Pasó por encima y lo mató. Ella aseguró no haberlo visto porque estaba muy oscuro, llovía y no tenía puestos sus anteojos. El 14 de agosto declaró ante el juez en ese sentido: «Tuve la sensación de que había pisado un pozo y seguí”.

La fiscalía, querella y defensa coincidieron sobre las condiciones meteorológicas y argumentaron que no eran buenas, ya que llovía y Silva no llevaba puesto sus lentes. Sin embargo, no se pusieron de acuerdo sobre el estado de iluminación artificial de la calle en donde murió Fortunato ni la motivación de la mujer.

«Se trató de una tragedia y correspondía para la absolución. De todos modos hemos dado un paso importante porque tres jueces marcaron que estamos en presencia de un delito culposo», aseguró el abogado defensor de Silva, Alejandro Cazabán.

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas