El crimen del rugbier en Mendoza: «Genaro era un trofeo para Silva»

El abogado querellante discrepó con los 14 años de prisión por «emoción violenta» solicitados por el fiscal y reclamó la pena máxima.

El cambio de calificación pedido por el fiscal en el juicio a Julieta Silva, acusada de atropellar y matar a su pareja Genaro Fortunato a la salida de un boliche en Mendoza, sorprendió a todos en la sala. También al abogado querellante, quien describió como «brillante» el alegato de Fernando Guzzo, pero discrepó con él.

«No comparto la calificación de homicidio en estado de emoción violenta porque significaría poner en tela de juicio la conducta de Genaro como disparador del estado de exaltación de Silva», sostuvo el letrado, indicó diario El Sol.

Así, la imputada quedó entre los 14 años de prisión pedidos por el fiscal y la pena máxima o los 20 años de cárcel si el tribunal considera la figura de homicidio simple con dolo eventual, solicitados por el abogado de la familia de la víctima, Tindaro Fernández. Este viernes será el turno de escuchar los argumentos de la defensa y el caso entrará en su recta final.

Durante su exposición, Fernández puso en duda una de las pruebas más fuertes usadas en favor de Silva: su afección visual. En ese sentido, disparó: «Ella jugaba al hockey y si veía tan mal qué técnico la pondría. ¿Quién quiere a un ciego en una cancha?».

Para el abogado está claro que la mujer de 30 años «sabía perfectamente que el cuerpo que se encontraba en la carpeta asfáltica era Genaro». «Nunca Silva tuvo un accidente de tránsito, veía perfectamente», afirmó.

En un duro alegato, acusó también a Silva de haber hecho una melodramática puesta en escena con su llanto durante el debate. «La preocupación de Silva era el resultado del proceso y la pérdida de un trofeo, que es lo que había obtenido. Genaro era un trofeo para ella». Finalmente, el querellante pidió que se le revoque la prisión domiciliaria.

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