Día de la Obstétrica: esas benditas y maravillosas manos que ayudan a traer vida al mundo

Desde el año 1962 se celebra el 31 de agosto el Día Internacional de la Obstetricia y la Embarazada, en homenaje a que este día en el año 1240 murió San Ramón Nonatto, santo que lleva este nombre por haber sido extraído de las entrañas de su madre muerta, y por ello fue consagrado patrono de las obstétricas, parturientas y embarazadas.

La obstetricia es la rama de la medicina que se ocupa del embarazo, el parto y el período posterior a éste, es decir el puerperio. La palabra viene del latín “obstare”, que quiere decir “estar delante de”. Misiones Online dialogó con una licenciada en Obstetricia, Ana Laura Rojas, quien explicó los roles de las “parteras” y el cambio de paradigma respecto al embarazo.

Ana Laura Rojas, es Licenciada en Obstetricia. Sus primeros pasos arrancaron luego del año 2010 en el que egresó de la Universidad.

“Empecé con un equipo de parteras en Buenos Aires,  con las que aprendí el oficio. Nos dedicábamos a atender los partos planificados en los domicilios. Luego volví a Misiones, trabajé en el hospital Neonatal, en el Samic de Oberá.

En el 2013 pasé tres años en Brasil, formándome con una partera profesional, donde aprendí el  aura espiritual que tiene el parto y cómo acompañar a las mujeres desde la naturalidad, desde el proceso.»

En el 2016 Ana volvió a Misiones, y hoy se encuentra trabajando con una médica obstetra en el ámbito privado, realizando partos naturales, respetados.

Respetado significa que se respeta el proceso fisológico y luego se acompaña ese proceso con los deseos maternos, familiares, el derecho a la información, de cómo es cada etapa del embarazo, de cómo vivirlas, que el embarazo es un estado natural de la mujer, por ende hay que vivirlo de la mejor manera, disfrutando, siempre que haya salud, enfatizó Ana.

 

La importancia de prepararse para el parto: el día que te cambia la vida

 El parto es un momento único, así lo definió Ana: “Si una mujer desea un parto hay que prepararse como el día en el que te cambia la vida.  Con esta frase Ana resumió además la importancia de la preparación, que es para la transformación absoluta, no es para saber solo que es una contracción, la preparación es para la transformación de la vida como mujeres, como familia, dejamos de ser una pareja y somos una familia.

 

El Trabajo es en equipo

El trabajo de las obstetras es un trabajo en equipo. “Nuestra profesión hoy por hoy es de acompañante, con la médica que trabajo tengo un lugar, tenemos un trabajo de equipo, la partera es la mano derecha del médico por un lado y por otro lado la partera es la cuidadora principal del binomio madre hijo, la aliada, la confidente desde el primer momento  de la mujer embarazada.

Ana resaltó el concepto que en el momento del parto  se abre un estado de alteración de la conciencia, en donde estamos mas allá, las hormonas hacen ese efecto para que podamos atravesar una intensidad tan grande como es el parto.

 

Cómo nos preparamos para el parto: el miedo al dolor

Al ser consultada sobre los miedos más arraigados de las mujeres embarazadas, Ana definió al miedo al dolor como el gran dragón con el cual nos encontramos.

“Eso está arraigado por la desinformación de no saber en el transcurso del embarazo qué significa el dolor en el embarazo, como puedo lidiar con el dolor. Es importante que la mujer cree en la habitación el espacio que necesita para parir, desde la comodidad, desde la luz.”.

 

El parto en casa: la planificación como parte del proceso

Existen estudios que demuestran que cuando es un parto de bajo riesgo parir en casa es más seguro que hacerlo en un hospital, pues en casa se dilata mejor, y disminuyen las posibilidades de que la mujer sea sometida a prácticas innecesarias por parte del profesional que le asiste el parto.

Al respecto, Ana indicó que hay evidencias científicas que sostienen que una mujer sana significa en condiciones normales de  salud tanto materna como fetal tienen la seguridad para parir en casa. Un parto planificado en el hogar es seguro.

Es importante  planificar el parto en casa, contar con asistente, con equipamiento, con un plan «b» , todo esto te brinda la comodidad del hogar.

Hay un cambio de paradigma que hay que sostener, cuidando el parto, cuidando a la mamá, al bebé, contamos con herramientas, como pileta para parto, una posición vertical, una posición mas natural para parir, esos beneficios hacen que nuestra pelvis se vaya movilizando, nos metemos al agua caliente que nos relaja, porque estamos acompañadas por personas que nos cuidan, porque tenemos un plan que salvaguarda en caso de ser necesario.

 

Violencia obstétrica: Cuáles son los derechos de una mamá y su bebé

La violencia obstétrica puede afectar a la mujer y a su hijo durante el embarazo, el parto e incluso el post parto. Se manifiesta mediante prácticas, conductas, acciones u omisiones, sobre la mujer y el recién nacido, realizada por los profesionales de la salud que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, afectan el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres.

La ley de Parto Respetado y la ley 25.929 te protegen de la violencia obstétrica. Promueve y defiende los derechos de la madre y su bebé durante el proceso del nacimiento.

Al ser consultada sobre el tema, Ana indicó que  la violencia obstétrica empieza desde que una mujer embarazada ingresa a la institución y es minimizada, inferiorizada. Es el no respetar los tiempos, el no informar. También hay maniobras, como la de kristeller, que es la más cuestionada y prohibida, que es empujar la panza. Muy pocas veces ayuda realmente y genera daños maternos y fetales.

Según la OMS es una práctica poco segura y no recomendada. Incluso, la considera anticuada y algo riesgosa, ya que una maniobra mal hecha podría provocar graves problemas como el desprendimiento de la placenta y ruptura uterina bien, fracturas en el bebé.

Finalmente Ana instó a las obras sociales a realizar una cobertura de su tarea como las futuras mamás. Nuestro trabajo no esta cubierto por las obras sociales, son muy pocas las prepagas que reintegran el trabajo de la partera. Como esto amerita un costo, nuestro trabajo y el acompañamiento desde el primer día hasta el que quiera, se ve coartado. 

Es importante que las obras sociales tengan el trabajo de la partera incluido en su servicio, muchas mujeres desertan de tener partera por la parte económica, todas las herramientas que le podemos brindar se ven coartadas.

¿Cuáles son las formas en las que se puede presentar la violencia obstétrica?

  1. El trato humillante y denigrante

  2. El abuso de la medicalización

  3. La patologización innecesaria

¿Cuáles son los derechos de la madre?

  • A ser informada sobre las distintas intervenciones médicas que pueden tener lugar durante el parto y postparto y participar activamente de las decisiones que se tomen en ese marco.
  • A ser considerada persona sana y facilitar su participación como protagonista de su propio parto.
  • A un parto respetuoso de los tiempos biológicos y psicológicos, evitando practicas invasivas y suministro injustificado de medicación.
  • A ser informada sobre la evolución de su parto, el estado de salud de su bebé y a ser partícipe de las diferentes actuaciones del equipo de salud.
  • A no ser sometida a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación.
  • A elegir una persona de su confianza que la acompañe durante el trabajo de parto, parto y postparto.
  • A tener a su lado a su bebé durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales.

 

La historia del día de las “Obstétricas”

San Ramón Nonato nació en circunstancias bastante extraordinarias, según cuenta la tradición el 2 de febrero del año 1200 en Portell, un pueblo de la antigua corona de Aragón. Sus padres eran un matrimonio perteneciente a la nobleza y habían intentado tener un hijo por mucho tiempo, sin éxito. La madre solía acudir a orar a la ermita de San Nicolás de Bari, donde siempre pedía ser bendecida con el milagro de la maternidad. Finalmente, sus ruegos fueron escuchados y queda embarazada.

 

Un día, estando ya próximo el nacimiento y encontrándose ella en camino a su casa, súbitamente fallece (aquí mi espíritu de obstetra vuela y se pregunta si habrá sido por eclampsia). Tendida en el camino, es hallada por el Vizconde de Cardona, que había salido de cacería, y al ver que la mujer estaba muerta y notar que también estaba embarazada, toma su daga, abre el vientre de la mujer y así nace vivo el niño al que posteriormente bautizaron Ramón en honor al Vizconde que lo salvó.

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