Se conoció la historia del músico argentino que fue baleado en México cuando festejaba su cumpleaños

El sábado 18 de agosto, Franco Lionti decidió salir con su nutrido grupo de amigos en Guadalajara, ciudad mexicana donde se radicó hace unos seis meses. Fueron a un boliche ubicado a unas cuadras del centro, el mismo donde él ofrecía un show de música y en el que el joven decidió recibir a partir de la medianoche su cumpleaños número 24.

Apenas unas horas después, el joven argentino fue baleado en el medio de la calle por dos delincuentes que le quisieron robar. Hoy, el muchacho del barrio bonaerense de Villa Domínico lucha por su vida y aguarda dos operaciones clave para su recuperación. Mientras tanto, sus amigos más cercanos y sus familiares organizan eventos y concursos para reunir el dinero correspondiente al tratamiento.

Desde hace años, Lionti asumió el desafío de vivir de la música. Apostó a construir una carrera como cantante que le permita cumplir su sueño artístico y viajar por todo el mundo. Ante una situación de incertidumbre, en febrero se fue de vacaciones junto a algunos amigos a Guadalajara y decidió quedarse a probar su suerte allí. Durante los primeros meses se quedó en la casa de Martín Kiriluk, el hermano de Germán, el mejor amigo de Lionti desde la infancia.

«Todos mis amigos de acá de México se quedaron sorprendidos con lo amable y lo divertido que es. En apenas seis meses logró construirse incluso su propio grupo de amigos. Se adaptó a la ciudad enseguida y estaba viviendo un momento bárbaro», relató Kiriluk, el amigo que lo acogió en Guadalajara, en diálogo telefónico desde México con Infobae.

Durante la noche del sábado 18 de agosto, Lionti cantó varios de sus temas en un boliche cercano al centro de la ciudad. La idea era pasar unas horas allí con sus amigos y luego trasladarse a otro local bailable.

«Estuvimos unas horas en ese lugar y después nos íbamos a ir a otro boliche para seguir con el festejo. La mayoría nos fuimos juntos, pero Franco se apartó unos minutos, se fue a solas con una chica que había conocido. Tenía pensado encontrarse con nosotros después en el otro lugar», explicó Kiriluk.

Una vez en el segundo establecimiento, la intriga se apoderó del grupo de amigos: pasaban los minutos, Lionti no aparecía y ni siquiera respondía el teléfono.

«Hasta que en un momento sonó el teléfono de uno de los chicos, era otro amigo en común que tenemos todos. Estaba allá cerca del otro boliche y nos dijo ‘Vengan rápido porque a Franco le pegaron un tiro'», relató a Infobae.

Hasta el momento, no se sabe en concreto cómo fue la secuencia del ataque. Se cree que, perpetrado por dos delincuentes, se dio justo cuando la pareja estaba por subirse a un taxi. La joven turista que acompañaba a Lionti salió corriendo en el primer momento del intento de robo y luego regresó a su país. Ningún allegado al joven argentino pudo contactarla.

«Mucha gente en Argentina pensará que esto es moneda corriente acá, pero no hay nada más lejano. En Guadalajara es muy extraño que pase algo así. Yo vivo hace seis años acá y jamás tuve un problema de inseguridad», explicó Kiriluk.

Lionti recibió un único tiro en el abdomen:  dañó parte del páncreas, la unión entre el estómago y los intestinos y una vértebra.

«A Franco lo pudimos ver recién en un modesto hospital de primeros auxilios. Estaba semiinconsciente. Nos miró, le dijimos que se quedara tranquilo y él asintió con la cabeza. Después fue trasladado al Hospital Civil de Guadalajara, donde ya se metió en la operación», relató Kiriluk.

«En un momento, la operación se complicó y estuvo a punto de no poder superarla. Se recuperó de milagro y ahora lo tenemos ahí luchando», agregó.

Con el pasar de los días, Lionti recuperó la conciencia y pudo dialogar con sus seres queridos. No logró recordar con exactitud lo sucedido durante la madrugada del domingo 19 y solo se dedicó a agradecer a todos los que brindaron su ayuda para su recuperación.

Hasta la publicación de esta nota, el joven de 24 años esperaba someterse a una nueva operación en el aparato digestivo, justo en la unión entre el estómago y el intestino.

«Y hay un problema secundario pero que a él también le preocupa. Dice que no tiene demasiada sensibilidad desde las rodillas hasta los pies. Pronto le harán otra cirugía para determinar el alcance del daño de la vértebra baleada».

Por el momento, la familia y amigos ya empezaron a moverse para poder reunir el dinero suficiente como para hacer frente a los costos del tratamiento.

«Franco no tiene demasiado dinero, es un típico de clase media. Los padres y su hermana mayor viajaron al otro día y pagaron una fortuna por los pasajes. Ahora no se sabe cuánto tiempo más tendrá que quedar internado, y sus papás tienen que comer y vivir en esta ciudad andá a saber por cuántos días. Además, la hospitalización también tendrá su precio. Ahora estamos enfocados en su recuperación de salud y en poder juntar el dinero.

Durante las dos últimas semanas, los amigos de Villa Domínico realizaron diferentes rifas para reunir dinero. Además, se hicieron públicos en las redes sociales los datos de dos cuentas bancarias para quienes quieran apoyar económicamente a la familia.

Incluso, durante la tarde del miércoles, el embajador argentino en el Distrito Federal, Ezequiel Sabor, visitó al joven músico. Estuvo charlando unas horas y prometió dar su apoyo para la recuperación.

«Nos sobrepasó la cantidad de gente que nos quiso ayudar. Es más, acá en Guadalajara, ha habido personas que aportaron dinero y nunca lo conocieron a Franco», se emocionó Kiriluk.

Mientras tanto, el único objetivo de la familia es que el joven artista de 24 años, el mismo que hace unos años participó del programa televisivo «Elegidos», de Telefe, pueda y cuanto antes regresar a los escenarios.