Planeó y ejecutó el crimen de su esposa con un macabro método, pero algo falló y también mató a su hija

Un Mini Cooper amarillo chillón permanecía estacionado cerca de una parada de autobús en Ma On Shan, una localidad de Hong Kong.
Ese día de 2015 no llovía, pero sus parabrisas estaban funcionando, raspando contra el vidrio seco. En ese momento, un transeúnte pensó que  Wong Siew-fung y su hija de 16 años se habían quedado dormidas dentro del vehículo.
Pero 45 minutos más tarde y al pasar por el mismo lugar, el testigo se dio cuenta que ellas no se habían movido. Madre e hija fueron trasladadas de emergencia al hospital, donde fueron declaradas muertas.
El testimonio recopilado por el periódico chino South China Morning Post detalla como los fiscales le comunicaron a la corte de Hong Kong a principios de esta semana, los resultados de la autopsia que reveló que ambas habían muerto por inhalación de monóxido de carbono.
Pero el gas no se había filtrado desde el vehículo sino que aparentemente provenía de una pelota de yoga en el maletero que los procuradores aseguran había sido inflada con el gas por el propio esposo de Wong.
Cuando la policía respondió al llamado de emergencia, la misma se encontraba desinflada en el maletero.
Según el South China Morning Post, el fiscal Andrew Bruce le dijo a la corte que Khaw Kim-sun, un anestesista de 53 años, había bombeado monóxido de carbono en la pelota, para luego colocarla en el vehículo en mayo de 2015, como parte de un plan para matar a su esposa pero que «lo último que quería era matar a su hija de 16 años».

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas