EXPEDIENTES, muerte de los gendarmes bajo el puente Posadas-Encarnación: la causa está ahora en manos del juez Guerrero de Eldorado y la querella recusó al fiscal Campitelli

El expediente por la muerte de los gendarmes Carlos Fabián Antúnez y Diego Aranda, que fallecieron debajo del puente San Roque González de Santa Cruz, que une Posadas con Encarnación (Paraguay), el 18 de septiembre de 2001, lleva casi 17 años de instrucción. Más de 15 cuerpos, cuatro jueces que intervinieron, tres fiscales que actuaron y las mismas interrogantes que al inicio es lo que presenta la causa. ¿Fue un accidente o los mataron? De esto se trata la edición 38 de EXPEDIENTES, el programa policial y judicial de Misiones Online.

Mirta Gladys Quiroz es la abogada de la querella. Desde 2003 representa a las familias Antúnez y Aranda. Conoce cada letra del expediente y no duda en sostener que los gendarmes fueron asesinados y que a lo largo de este tiempo se ha dado una larga cadena de encubrimiento.

La letrada puntualizó la existencia de testigos truchos, pericias no hechas a adrede y desidia de muchos funcionarios para llegar a la verdad de lo que sucedió esa noche en uno de los pasos internacionales con más movimiento del país.

Para Quiroz, no cierra por ningún lado que Antúnez y Aranda, tal como lo intentó sostener siempre la versión oficial, se ahogaron persiguiendo a un contrabandista de cigarrillos que para no ser arrestado se había tirado al río Paraná. “Ese contrabandista apareció y dijo que jamás vio a los gendarmes arrojarse al agua”, comentó.

Cuestionó que no se haya ordenado de inmediato la autopsia, aseguró que el féretro de Antúnez no fue sellado correctamente “a propósito” para que ante una eventual necropsia no se determine la causa certera de la muerte, y reiteró que hubo poca voluntad de los jueces para avanzar en la hipótesis del doble homicidio.

Explicó que actualmente la causa está en manos del juez Federal de Eldorado, Miguel Ángel Guerrero, y que está pendiente un pedido de recusación del fiscal Jorge Campitelli, cuya actuación la querella considera absolutamente nula. También reiteró que quiere la imputación contra los dos colegas de los gendarmes que esa noche bajaron con ellos y que volvieron sanos y salvos y no supieron explicar qué pasó con Antúnez y Aranda.

“Nosotros vamos a seguir luchando. Creemos que la verdad en algún momento va a salir a la luz”, sostuvo la abogada, en compañía de Arceli Gauto, la madre de Aranda.

Gauto es una mujer fuerte, que asegura que es tiempo de que alguien expliqué qué pasó esa noche debajo del puente. “Yo crié a mis hijos sola, les di educación, trabajé mucho. Y tengo el derecho de saber qué fue lo que le hicieron a Diego”, afirmó.

Tanto ella como la viuda de Antúnez, Aurora Lucena, recibieron intimidaciones y amenazas y siempre siguieron adelante con su reclamo.

17 años después, no pierden las esperanzas. Las preguntas que vienen repitiéndose hace tiempo son las que EXPEDIENTES exponen en esta edición.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas