Estudiantes correntinos competirán en Suecia por el Premio Nobel del Agua

Un grupo de alumnos y docentes de la escuela Juan García de Cossio, de San Roque (Corrientes), realizaron una investigación en donde determinaron que la tararira negra puede alimentarse de las larvas del mosquito transmisor del dengue. Con este trabajo, partieron el jueves rumbo a Estocolmo (Suecia) para competir por el Premio.

Emiliano Aquino y Micaela Linera son los delegados del curso que viajaron el pasado jueves a Estocolmo, en Suecia, para representar a la Argentina ante un jurado internacional. Ambos, junto a sus compañeros y docentes de la escuela Juan García de Cossio de San Roque, en Corrientes, llegaron a la final de un concurso mundial por el agua gracias a una investigación de control biológico del Aedes Aegypti, el mosquito transmisor del dengue.

Mediante su proyecto de investigación, iniciado el año pasado, demostraron que un pez, la tararira negra, puede ser un controlador biológico de la reproducción del mosquito, ya que se alimenta de sus larvas.

Los estudiantes participarán así de la Semana Mundial del Agua, que se celebrará hasta el próximo viernes. Tras su paso por Buenos Aires, recibieron una placa, un diploma y consiguieron la publicación de su trabajo en la revista «Ingeniería Sanitaria y Ambiental».

«Esto sirve para mostrar que los chicos del interior del país también queremos mostrar lo que hacemos y nos interesa mucho la naturaleza», cuenta emocionado Emiliano, quien tiene 17 años.

La investigación empezó con un trabajo de campo de todo el curso. “Los chicos primero hicieron un monitoreo de 27 manzanas del pueblo para constatar la presencia del vector. En 21 de esas manzanas dio positivo. Cuando tuvimos ese resultado pasamos al segundo paso, que fue instalar peceras y observamos que cada pez podía ingerir hasta 300 larvas por día», explicó Leonardo Amarilla, uno de los profesores que ayudaron a los alumnos a participar de este concurso.

La iniciativa impulsada por la Asociación Argentina de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente, AIDIS Argentina, y apoyada por AySA, tiene como momento cúlmine la premiación en Estocolmo del International Stockholm Junior Water Prize, considerado el Premio Nobel del Agua.

«Hay que aclarar que es una investigación escolar, pero mejoramos el diagnóstico al tomar lo que el jurado nos fue señalando así como también los aportes de los científicos de la Universidad Nacional del Nordeste», detalló el profesor Amarilla.

Agregó además que, en este caso, hallaron una especie que requiere menos cuidados que otras y es más fácil de conseguir: «La tararira negra se usa aquí como carnada y se puede comprar una bolsita por 20 pesos, no es que la gente tiene que ir a pescar. La idea también es que cada uno pueda tener su pecera, si quiere, como forma de control biológico. Pero obviamente que si en el fondo de su casa tiene cacharros con agua, esto no sirve. Es un complemento a las tareas de prevención y educación que ya se realizan».

En San Roque, un pueblo de 8500 habitantes, la conciencia sobre los peligros del dengue es constante. «En la materia Ecología cuando empezamos a ver biocontroladores empezó a surgir esta idea y la participación en este concurso», añadió Amarilla, y recordó que en 2016 se produjo en la Argentina la peor epidemia de dengue de la historia.

«En Corrientes y en Misiones tenemos mucha conciencia de esto que pasa con los vectores como el Aedes Aegypti, pero lo más importante no es el premio en sí, sino la experiencia que le queda a los chicos de haber podido conseguir este premio y de representar a su país», expresó el docente.

Fuente: Infobae.

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