Mendoza: Dos testigos favorecieron a Julieta Silva, juzgada por matar a su novio con el auto

La mejor amiga de la principal acusada reveló que Genaro Fortunato controlaba mucho a su novia.

Después de que la semana pasada un cuidacoches complicara con su declaración a Julieta Silva, la única acusada por el asesinato del rugbier Genaro Fortunato, en las últimas horas se sumaron a la causa nuevos testigos que acreditan que el joven fallecido era muy celoso con su novia y que además la sospechosa tenía, y tiene, serios problemas de visión.

Este martes se reanudó el juicio contra Silva, y el primero en declarar fue el mellizo Martín Maure, un joven que protagonizó un entredicho con Fortunato minutos antes de que se saliera del bar Mona, en Mendoza, y fuera atropellado, el 9 de septiembre último.

“No recuerdo bien lo que hablamos tuvimos unas palabras entre él y yo hasta que llegó una de las amigas que no reconozco y ahí término el suceso», sostuvo, al mismo tiempo que negó que haya invitado a Fortunato a pelear.

En relación a estas palabras, hoy se presentó a prestar declaración el futbolista Sebastián Zúñiga, quien salió a bailar con Fortunato y Silva en la trágica noche.

«Genaro estuvo nervioso toda la noche. Yo vi hablar al melli con Julieta y Genaro enojado atrás. Él (Genaro) me dijo ´¿por qué mira a así a mi novia?´», aseguró Zuñiga, quien también reveló que la pareja había empezado a salir hacía «dos o tres meses» y que esa noche, el «melli» le había contado que dentro del boliche «Genaro lo insultó».

Además, en su declaración también explicó que vio «a Julieta manejar con lentes dos o tres veces”, lo que acreditaría que la acusada realmente necesitaba anteojos para manejar.

Por último, ingresó a la sala la entrenadora de hockey y mejor amiga de Silva, Silvia Ballarini, quien también habló de los celos que Fortunato tenía hacia la acusada.

«Genaro era muy celoso. Tenía actitudes muy anormales como ir durante dos semanas seguidas a los entrenamientos de hockey y se quedaba en su auto mirando a Julieta”, declaró la testigo, quien también aseguró que este tipo de episodios para Julieta «eran normales», ya que se había enterado de que la pareja había sorteado otra discusión en un boliche de San Luis, parecida a la ocurrida el pasado nueve de septiembre en San Rafael.

Luego de esto, la mejor amiga de Julieta Silva confesó que en la noche del accidente, la sospechosa la llamó para decirle que había atropellado a Fortunato y que creía «que estaba muerto».

Hacia el final, y ante la pregunta de los investigadores, Ballarini aclaró que se notaba mucho que Silva tenía serios problemas para ver. «Eran evidentes las dificultades visuales de Silva a la hora de practicar hockey», confirmó a lo último.

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