Buenos Aires: malestar y preocupación por la muerte de una jirafa y una rinoceronte en el Ecoparque

Shaki tenía 18 años cuando falleció, demasiado joven dadas las expectativas de vida para una jirafa. La rinoceronte Ruth se estaba recuperando de una infección hasta que sufrió una caída, quedó varada por horas en el lodo y murió.

Las recientes muertes han avivado las acusaciones de conservacionistas de que el intento del gobierno de Buenos Aires por convertir un zoológico de 140 años en un «Ecoparque» y mudar a la mayoría de sus 1.500 animales a santuarios ha sido un desastre mal planificado.

Una coalición de más de una docena de grupos ambientalistas y veterinarios emitió una carta denunciando un «estado de abandono» en el lugar, donde unos 200 animales han muerto desde el 2016.

Más recientemente, un ex director del zoológico presentó una demanda exigiendo una investigación por las muertes de Shaki y Ruth, argumentando que la falta de recursos y el estrés ocasionado por una construcción cercana contribuyeron a sus decesos.

«No es el arca de Noe, es más bien un buque que se parece al Titanic», dijo Claudio Bertonatti, ex director del zoológico de Buenos Aires y asesor de la Fundación Azara, una organización no gubernamental. «Hoy nos hemos chocado contra ese iceberg».

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El zoológico se inauguró en 1875 en lo que era entonces un terreno tranquilo a las afueras de Buenos Aires, pero con el crecimiento de la cuidad, se vio rodeado de avenidas desbordada por los vehículos.

Los constructores del Ecoparque, dicen que se han hecho mejoras a los recintos y que el terreno de 18 hectáreas ha estado cerrado al público, reduciendo así el estrés en los animales.

Hasta ahora unos 432 han sido mudados, incluyendo dos osos pardos a The Wild Animal Sanctuary en Colorado, tres caimanes al Noah’s Ark Animal Sanctuary en Georgia y una iguana de Fiji al Zoológico de San Diego.

Las autoridades municipales reconocen que el proceso de cierre del zoológico ha sido más difícil de lo que originalmente pensaron. Las leyes tuvieron que ser promulgadas para establecer normas y autorizar los traslados.

«Hasta que ocurrieron las muertes del rinoceronte y la jirafa, jamás se recibió crítica alguna en cuanto al bienestar de nuestros animales», dijo Gonzalo Pascual, subsecretario del medio ambiente y espacios públicos a cargo del proyecto del Ecoparque, que tendrá módulos interactivos de aprendizaje, áreas verdes y a los animales que no se puedan trasladar.

«Nosotros tenemos más de 130 personas dedicadas al bienestar animal», señaló. «No hay zoológico en el mundo que tenga por animal la cantidad de profesionales que tiene el Ecoparque».

 

Fuente: Los Andes

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