Fue en Marruecos. La denuncia la hizo su mamá luego de que su hija fue liberada. Grababan insultos en su piel con cuchillos.
Los jóvenes tuvieron a su víctima retenida contra su voluntad en una casa de Ulad Ayad (provincia de Beni Melal, centro de Marruecos), donde la violaron por turnos, además de quemarla con cigarrillos y grabar insultos con cuchillos y otros objetos sobre distintos lugares de su piel.
Aunque la desaparición y el secuestro tuvieron lugar antes del mes de ramadán (es decir, a principios de mayo), la familia no puso inmediatamente una denuncia. Fue la madre quien, después de que su hija fue liberada, se dirigió a la Policía.
La denuncia del macabro hecho no se realizó inmediatamente porque en las regiones rurales de marruecos los habitantes temen a la policía, según explicó a EFE Buchra Abdu, fundadora de la Asociación para el desafío de la igualdad y la ciudadanía.
La asociación hará parte de la defensa de la menor, y tiene previsto proveer un abogado, además de tratamiento psicológico para la víctima ante «uno de los hechos más salvajes que me ha tocado ver», dijo Abdu.