El conmovedor relato de la policía que amamantó a un bebé en un hospital público: «Los chicos tenían sarna»

«Me acariciaba, necesitaba que lo ‘apapaches’ un ratito», dijo Celeste Ayala. El objetivo es que los seis hermanitos vuelvan a vivir junto a sus padres.

Celeste Ayala conmovió a todos con su enorme gesto cuando le dio la teta a un bebé que estaba desnutrido que lloraba, en el Hospital de Niños de La Plata. «Los chicos tenían sarna», contó la policía de la Bonaerense invitada a La Noche de Mirtha, en un crudo relato de la situación en la estaban los seis hermanitos. Los chicos fueron separados de sus padres, que están desocupados y tienen problemas de adicción.

«Los chicos ingresaron al hospital con asistentes sociales de Berisso.Estaban muy mal, tenían sarna. Se los sacaron a los padres, porque estaban en estado de abandono. Ayudamos a los nenes, los llevamos a la guardia para que los atiendan y empezamos a jugar con ellos», contó Ayala, que explicó que el objetivo es que los padres se recuperen y los chicos vuelvan a estar con ellos.

La mujer explicó que los adultos habían seguido a sus hijos hasta el centro de salud. «Cuando los nenes bajaron de la combi estaban los padres, que los habían seguido corriendo. Había que sacarlos y entrarlos al hospital, pero los padres no querían. La madre es la madre. La unión que tienen, es la única con la que se cubren», dijo Ayala, sobre la llegada de los menores.

La policía dijo que los asistentes sociales de Berisso tratan de ayudar para restituir a los chicos a sus padres, que primero deben recuperarse. «El mayor tiene nueve, entiende todo y sufre un montón. Es terrible. Tres de ellos están internados, y los otros tres permanecen en un hogar. Hay que esperara a que se recuperen», afirmó.

Ayala contó cómo fue el momento cuando amamantó al bebé. «Cuando volvimos de una recorrida, escuchamos que lloraba el bebé. ‘Me parece que tiene hambre esa criatura’, le dije a la chica de Asistencia Social. Le estaba dando como una masita, y la bebé se ponía un dedo en la boca. Le pregunté que si quería que le diera la teta, porque tengo una nena de un año y cuatro meses. Me dijo que sí», relató.

Explicó que al principio pensó que era un nene, porque estaba vestido de varón, pero que su compañero la llamó y le dijo que era una nena. Dijo que la amamantó y que después la nena «no la quería largar, y dejó de llorar». «Después cuando me dijeron que tenía desnutrición, pensé ‘hace cuánto no comía’. También me acariciaba, necesitaba que lo ‘apapaches’ un ratito», dijo Ayala.

Sobre la situación actual de los chicos, dijo que están muy bien en el hospital y que llegan muchas donaciones, como jueguetes, que los alegran. «Los visitamos todos los días, los abrazamos, los saludamos», dijo Ayala, que fue ascendida a sargento por su enorme gesto.

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