Crimen en el barrio A.3-2: la defensa del policía acusado de homicidio apeló la prisión preventiva

El abogado Víctor Verón, defensor del sargento Esteban Soley, apeló la prisión preventiva que el juez de Instrucción Seis de Posadas, Ricardo Balor, había dictado contra el policía por la muerte de Arnaldo Alejandro Amarilla (33), durante un operativo de la fuerza de seguridad en la comisaría Décima de Posadas.
El letrado acudió a la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores porque cree que no hay riesgo de fuga ni de entorpecimiento de la investigación por parte de su cliente.
Verón argumentó que en modo alguno Soley puede generar obstáculos en la causa y que como tiene arraigo, trabajo y una familia constituida, no hay peligro de que se escape.
Ahora, será el tribunal de alzada el que decida si el policía debe seguir en prisión o no.
La defensa del sargento también consideró que fue apresurada la prisión preventiva, porque aún falta que resultados de distintas pericias se sumen al expediente. Una de ellas, por ejemplo, es el de la munición que tenía el arma policial que acabó con la vida de Amarilla.
Verón indicó que hay dos cuestiones que tienen que tenerse presentes: la capacitación que la Policía ofreció al sargento para el uso del arma larga en cuestión, que el letrado considera insuficiente, y el hecho de que en ningún momento, el suboficial habría visto herido a la víctima, porque de lo contrario, consideró, la hubiera asistido.
El hecho en cuestión sucedió la madrugada del 1 de julio pasado en el complejo habitacional A-3-2. Arnaldo estaba en la vereda de la casa de sus padres. Desde allí vio pasar un patrullero con efectivos de la comisaría Décima. En una segunda pasada, el móvil se detuvo y bajaron el sargento Soley y el oficial subayudante David Villalba. Lo que se determinó hasta el momento es que el primero disparó hacia Amarilla con una escopeta tipo ithaca, causándole heridas letales en un pulmón.
El oficial Villalba declaró que su subordinado disparó sin recibir orden alguna. Soley aseguró que abrió fuego para evitar que Arnaldo acuchillara a Villalba. Y que él pensó que su arma sólo llevaba municiones antidisturbios, no letales. Los dos policías están imputados por el hecho, aunque solo el sargento se encuentra detenido.
Arnaldo tenía mujer y tres hijos. Pero su pareja y los chicos están en Buenos Aires. Hacia allí emigraron por razones laborales. Él, desocupado, era asistido por los padres.

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