Turismo sostenible en una legendaria posada en Puerto Libertad, con una reserva natural inmersa en magníficos paisajes de la selva misionera y el río Paraná

La filosofía de los descendientes que restauraron en las últimas décadas la legendaria casona de la Familia Bemberg, fundadora de la localidad de Puerto Libertad, en Misiones, estuvo basada en revalorizar su patrimonio ambiental y cultural, por ser un lugar que resguarda una historia profunda vinculada a la colonización en el norte de la provincia hace casi 100 años, manteniendo en la actualidad la mística e identidad colonial del hotel del lugar y la reserva natural privada inmersa en la Selva Paranaense o Bosque Atlántico – una de las ecorregiones de mayor importancia de biodiversidad del planeta y de las más amenazadas- que rodea toda la propiedad de la Posada Puerto Bemberg (Hotel de Selva).

La Posada es de categoría internacional en todos los servicios que brinda, posicionándose como una opción para el turista más exigente y a muy pocos kilómetros de las Cataratas del Iguazú “Maravillas del Mundo”. El lugar es elegido por los turistas que buscan disfrutar de la tranquilad de la naturaleza, la privacidad y la sustentabilidad.

La Posada ofrece diferentes paisajes en un entorno único enla selva misionera, dispone de una reserva natural en un predio de alrededor de 400 hectáreas y un vivero de especies nativas. La reserva privada forma parte del remanente del Bosque Atlántico en el noroeste argentino, conectado por medio de la costa del río Paraná que lo separa de Brasil y Paraguay, limitando con el Parque Nacional Iguazú, entre otros parques provinciales y reservas privadas, integrando el Corredor Verde misionero.

En este contexto de exuberancia natural se ubica el colonial hotel de selva, con 14 habitaciones que fueron restauradas en su ambientación con una decoración sustentable, pero siempre manteniendo el estilo de su construcción en 1925.

En el lugar también tienen a disposición de los turistas la atractiva “Casa Bemberg” que encierra mucha historia relacionada con quienes fueron los pioneros y fundadores de Puerto Libertad, Otto y Federico Bemberg. Dispone de otras 5 habitaciones distribuidas en dos plantas, living, un comedor, cocina, galería, piscina con vista al río, todo para el confort y la mayor intimidad que requiera una familia, parejas o grupos de amigos.

El lugar conserva la histórica Capilla del pueblo, el sector de la Jangada para eventos, un restaurante con cocina internacional y regional, incluida una selecta Cava que cuenta con 1000 botellas y 40 etiquetas para degustar vinos recomendados por la casa. Y una “joya” del lugar es la biblioteca para quienes tengan pasión por la lectura, la cultura y la historia, ya que cuentan con 2.500 volúmenes de títulos sudamericanos para disfrutar de una buena lectura en un marco natural especial para el descanso y la relajación necesaria del ritmo cotidiano.

Atractivos en la naturaleza

El valor ambiental del lugar está en la conservación de la reserva natural, rodeada de senderos, cascadas, ríos, vegetación y fauna típica de la selva misionera. Ideal para avistaje de aves, caminatas por senderos interpretativos que permiten valorar la biodiversidad que conserva el lugar.

Disponen de un vivero propio de especies nativas, una huerta, y en menor medida un área productiva (yerba mate, frutales, etcétera).

Otro diferencial de servicio para los huéspedes son las atractivas opciones de paseos náuticos, con recorridos que permiten conocer selva adentro, las cascadas, arroyos y ríos de la zona. Estas actividades permiten conocer los alrededores del lugar, que limita con el Parque Nacional Iguazú, Parque Provincial Urugua-í y el Parque Provincial Península.

A 6 kilómetros de la Posada Puerto Bemberg, se puede visitar la Aldea Mbyá Guaraní “Aguapoy”, comunidad de pueblos indígenas de la región que habitan en la zona desde antes que llegará el hombre blanco. Para poder visitarla, deben respetarse determinados códigos de convivencia y respeto a la cultura guaraní, ingresando a la aldea en compañía de un guía de turismo del hotel, previo acuerdo de horario de visita.

Hoy quienes trabajan en la Posada son todos oriundos de la zona, algo que remarcan sus directivos con mucho orgullo.

Turismo sostenible

Juan Manuel Zorraquín y Griselda Smola llevan adelante la administración del hotel, y Marcos Venialgo es el guía de Turismo y se ocupa de la reserva natural del lugar. En una entrevista con ArgentinaForestal.com sobre las prácticas que impulsan en el emprendimiento que les permitió la certificación internacional de Turismo Sostenible Rainforest Alliance,  explicaron los alcances de su compromiso con la conservación para dar a conocer a los huéspedes y la comunidad local información sobre el valor ambiental de la Selva Misionera, ya que desde 2013 esta reserva privada forma parte del Sistema de Áreas Protegidas de Misiones.

“Si bien la reserva está rodeada de plantaciones de pinos, estamos en un área de conexión con el gran bloque del Bosque Atlántico en esta zona, conformado por el Parque Nacional Iguazú, el Parque Provincial Península, la Reserva Yasy y el Parque Provincial Urugua-í”, contextualizó Marcos.

“La importancia del vivero de especies nativas es que, con la recolección de semillas, nos permite disponer de plantines de especies de la selva misionera para restaurar y recuperar áreas degradadas”, dijo. Logran producir al menos plantines de 20 especies diferentes entre las cuales se encuentran el Cedro misionero, Guatambú Blanco, Guayabo, Lapacho negro y amarillo, Palmera, Palmito, Incienso y Timbó, entre otras. “Son todos árboles que atraen a la fauna silvestre, a la aves, permitiendo mantener un equilibrio del ecosistema”, agregó Marcos.
“Del vivero de Bemberg, los pobladores de la zona pueden venir a comprar los plantines para llevar a plantar a otro lado o bien siendo huésped uno puede participar a seguir repoblando la selva, ya que invitamos a todos a dejar su huella ecológica y plantar un árbol en la reserva”, contó el guía.

Desde Puerto Bemberg también impulsan un programa de educación ambiental con participación activa en la comunidad y con escuelas de Puerto Libertad, para promover el compromiso de recuperar el monte misionero plantando especies nativas, promoviendo la importancia de la huella ecológica que todos debemos aportar para el cuidado del planeta.

Marcos creció en el lugar, sus padres también trabajaron allí. “Conozco el área como la palma de mi mano”, dice con orgullo. De su trabajo en la empresa destaca el compromiso que se inculca a los empleados con el desarrollo local. “Todos recibimos capacitaciones para poder transmitir bien nuestro mensaje a los visitantes sobre la importancia del cuidado del ambiente, todos los trabajadores de Puerto Bemberg somos de la zona, de la misma manera que para el abastecimiento de todo lo que necesitamos para funcionar en el hotel y restaurante lo conseguimos por medio de una red de proveedores locales“, detalló.

“El personal recibe capacitación para que brinden los servicios respondiendo a los valores e identidad de la empresa”, explicó por su parte Griselda. “Somos misioneros y estamos orgullosos de serlo, y en toda la atención que brindamos transmitimos nuestra cultura y nuestras valores”, agregó la directiva del establecimiento turístico.

Por ello, en todos los servicios buscan brindar una atención personalizada. “La idea es que los huéspedes se sientan cómodos en su estadía y que vivan una experiencia placentera durante los días de descanso en el lugar”, precisó Griselda.

“En la Posada siempre llevamos un registro de los visitantes, y ya contamos con más de mil huéspedes que opinaron sobre su experiencia durante su estadía. Nos importa saber que impresión les queda del lugar y de la experiencia vivida en conexión con la selva misionera”, concluyó.

Ambientación colonial y confort

La historia del grupo Bemberg arrancó cuando el padre de la dinastía, Otto Peter, se estableció en Buenos Aires, en 1850, como banquero e industrial, para fundar 40 años después, en 1890 en Quilmes, la Brasserie Argentine SA (Cervecería Argentina), la primera cervecería del país. Tiempo después, la familia expandió sus negocios agroforestales y adquirieron tierras en el año 1925 de la zona del Alto Paraná misionero, colonizando Puerto Bemberg a través de la empresa SAFAC, para convertirse en el poco tiempo en la primera compañía que plantó yerba en la Argentina, y que llegó a tener el yerbal más importante del mundo.

En 1945 el impulso pionero en la zona fue tal que en Puerto Bemberg llegaron a tener 3000 empleados. Las construcciones para las viviendas de todas esas familias ya arraigadas en la zona, es parte del legado que quedó en Libertad, incluyendo escuela, atención médica y hospital.

En la Casa Bemberg hay un espacio exclusivo para una familia de entre 6 y 12 personas, y en la actualidad se brinda un servicio de pensión completa y actividades internas para que los huéspedes disfruten de la tranquilidad y conexión con la naturaleza, en una experiencia única a orillas del río Paraná.

Otro atractivo cultural es la Capilla que fue construida en 1930 por el reconocido arquitecto Alejandro Bustillo. Está situada frente al Río Paraná, generando un escenario mágico para celebraciones especiales o casamientos.
De esta manera, vivir la experiencia de recorrer el lugar con el conjunto de sensaciones que ofrece es realmente especial. Recomendaríamos a los visitantes realizar una actividad que invitan los anfitriones de Puerto Bemberg al caer la tarde en la Posada, cerrando la jornada en la matera con un fogón, un momento que remonta a la infancia misionera, con un mate cocido quemado que los llevará a vivir una experiencia inolvidable!

 

 

Por Patricia Escobar 

 

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