Pueblos Indígenas: Naciones Unidas pidió proteger sus derechos y cooperar en mantener sus culturas y formas de vida con medidas especiales

Naciones Unidas declaró el año 2019 como el “Año Internacional de las Lenguas Indígenas” y lo anunció en el marco de la celebración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el jueves 9 de agosto. En la oportunidad, en un mensaje global António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas,  ratificó sus derechos a la libre determinación y al acceso a sus tierras, territorios y recursos tradicionales. «En esta conmemoración anual, comprometámonos a hacer plenamente realidad la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”, sostuvo el directivo.

De esta forma, anunció que con la UNESCO se declaró el 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas. “Las lenguas juegan un papel crucial en la vida diaria de las personas, son un elemento esencial de los derechos humanos, el mantenimiento de la paz y el desarrollo sostenible, asegurando la diversidad cultural y el diálogo intercultural. Sin embargo, a pesar de su inmenso valor, las lenguas en el mundo siguen desapareciendo a una velocidad alarmante, por diversas razones. Muchas de estas son lenguas indígenas”, expresaron directivos del organismo.

Las lenguas indígenas son un factor importante en las cuestiones indígenas tales como la educación, el desarrollo científico y tecnológico, la biosfera y el medio ambiente, la libertad de expresión, el empleo y la inclusión social.

Para tratar estas amenazas, la Asamblea General adoptó una resolución (A/RES/71/178 ) sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y proclamó el año 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas.

La riqueza de los pueblos indígenas

Los pueblos indígenas representan una gran diversidad: más de 5000 grupos distintos en unos 90 países y hablan una abrumadora mayoría de las aproximadamente 7000 lenguas del mundo. Están constituidos por 370 millones de personas aproximadamente, es decir, más del 5% de la población mundial y, sin embargo, se encuentran entre las poblaciones más desfavorecidas y vulnerables representando el 15 por ciento de los más pobres.

Los pueblos indígenas han heredado y practican culturas y formas únicas de relacionarse con la gente y el medio ambiente. Retienen, además, rasgos sociales, culturales, económicos y políticos que son distintos de los predominantes en las sociedades en las que viven. Pese a sus diferencias culturales, los pueblos indígenas de todo el mundo comparten problemas comunes a la hora de proteger sus derechos como pueblos diferentes.

Las poblaciones autóctonas han buscado durante años el reconocimiento de sus identidades, su forma de vida y el derecho sobre sus territorios tradicionales y recursos naturales. Pese a ello, a lo largo de la historia, sus derechos han sido siempre violados. En la actualidad, se encuentran sin duda entre las poblaciones más vulnerables y perjudicadas del mundo.

La comunidad internacional reconoce ahora que se necesitan medidas especiales para proteger sus derechos y mantener sus culturas y formas de vida.

“El pasado año celebramos el 10º aniversario de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, que constituyó gran hito y un punto de referencia en cuanto a la cooperación y la solidaridad entre los pueblos indígenas y los Estados Miembros que ha sentado los cimientos de una nueva alianza para la acción en las Naciones Unidas y en todo el mundo”, dijo António Guterres.

Migración y desplazamiento de los pueblos indígenas

Como resultado de la pérdida de sus tierras, territorios y recursos debido al desarrollo y otras presiones, muchos pueblos indígenas migran a las zonas urbanas en busca de una vida mejor, educación y empleo. También migran entre países para escapar de los conflictos, la persecución y los impactos del cambio climático. A pesar de la idea generalizada de que los pueblos indígenas viven sobre todo en territorios rurales, muchos viven ahora en las áreas urbanas. En América Latina, alrededor del 40% de todos los pueblos indígenas viven en zonas urbanas, incluso el 80% en algunos países de la región.

En la mayoría de los casos, los pueblos indígenas que migran encuentran mejores oportunidades de empleo y mejoran su situación económica, pero han de alejarse de sus tierras y costumbres tradicionales. Además, los migrantes indígenas se enfrentan a innumerables desafíos, incluida la falta de acceso a servicios públicos y a la discriminación.

El tema Migración y desplazamiento de los pueblos indígenas fue este año 2018 el tema en que se centrarán, para sensibilizar sobre la situación actual de los territorios indígenas, las principales causas de las migraciones, la circulación transfronteriza y los desplazamientos, con especial atención en el tema de los pueblos indígenas que viven en las zonas urbanas y fuera de sus países.

Asimismo, los países miembros de Naciones Unidas, incluido la Argentina, analizan los desafíos y cómo revitalizar las identidades de los pueblos indígenas y alentar la protección de sus derechos dentro o fuera de sus territorios tradicionales.

El reclamo de la Comunidad Mbya Guaraní de Misiones

En una entrevista con ArgentinaForestal.com el Cacique Epifanio Chamorro, de la Comunidad Mbya Guaraní “Tekoa Arandú”, de la localidad de Pozo Azul, Eldorado, alzó la voz en defensa del cumplimiento de la Ley 26.160 en todo el país y sostuvo que  “la sociedad misionera tiene aún una deuda pendiente con los Derechos Indígenas”.  El principal reclamo es el acceso a la titularización de sus tierra y soluciones a conflictos por desalojos, como también su preocupación por el deterioro de la selva y los recursos naturales en tierras en manos de empresarios forestales.

Para la cultura guaraní la pobreza es no tener un lugar suficiente para vivir, que les falte tierra, agua y bosque. Durante la Semana de los Pueblos Indígenas 2018 en la Argentina, representantes de las Comunidades Mbya Guaraní  y del Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (EMIPA) elevaron su voz en varios seminarios y encuentros organizados en la provincia, pidiendo el cumplimiento de sus derechos sobre el acceso a la titularización de sus tierras en la provincia de Misiones, entre otros problemas que enfrentan por desalojos y ante la falta de políticas de reconocimiento de la preexistencia de los Pueblos Originarios en el territorio, lo que consideran genera un deterioro cultural, vulneran su identidad y debilitan espiritualidad, además de poner en riesgo su supervivencia.

Sólo 27 comunidades tienen sus títulos de propiedad, de las 120 que fueron relevadas en el último monitoreo realizado en el censo para el Registro Nacional de Comunidades Indígenas bajo la Ley  26.160, y que fue validado por un reciente Mapa de Territorialidad de los Pueblos Originarios de todo el Continente Americano. Pero la materia pendiente y principal lucha de los Pueblos Indígenas es abrir el diálogo y conformar una mesa de trabajo para avanzar en uno de los temas que consideran es la principal señal de protección que necesitan desde el Estado, el llamado a una enmienda en la Constitución Provincial que incorpore la adhesión de Misiones a los derechos indígenas, ya que estos  aún no están incluidos en la carta magna.

Este conflicto fue elevado a la Justicia, patrocinado por el reconocido abogado constitucionalista Miguel Ángel Benedetti, vicepresidente de la Asociación Argentina de Derecho Indígena (AADI). Lleva casi 20 años, y se inicia después de la sanción de la Ley Prov. 4000, ya que con el Digesto Jurídico (una compilación y ordenamiento de las leyes sancionadas en Misiones desde la provincialización en 1953-2018) fue eliminada, bajo el fundamento de “Caducidad por objeto cumplido” de reconocimiento Constitucional de los derechos del Pueblo Mbya.

 

 

Por Patricia Escobar 

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