Síndrome de intestino irritable: un trastorno cada vez más frecuente en nuestra población

El llamado “colon irritable” que es realidad el síndrome de intestino irritable, es un trastorno de causas múltiples que se caracteriza por dolor y molestias abdominales, distensión, y cuadros de diarreas que muchas veces alternan con períodos de constipación.

Las causas, si bien no son precisas hasta hoy, a pesar de los numerosos estudios que se  vienen realizando, la mayor cantidad de casos se le atribuye al factor nervioso o por estrés, factores genéticos, infecciones intestinales y factores hormonales. Lo más común son los pacientes que ante una situación de estrés, preocupación o ansiedad comienzan a sentir las molestias y alteración de la evacuación intestinal normal, especialmente con episodios diarreicos o un estreñimiento con dolor de tipo cólicos, distensión y gases.

Los dos pilares fundamentales en el tratamiento de esta patología crónica son el control del estrés por parte de terapias psicológicas, actividad física o ejercicios de relajación y la alimentación.

En cuanto a la alimentación los aspectos más importantes a tener en cuenta son:

  • Evitar consumir leche de vaca, se puede reemplazar por leche deslactosada o yogures.
  • Como verduras preferir aquellos de pulpa, como zapallito, tomate, zanahoria, zapallo, remolacha, palmitos, calabaza, berenjena. Evitar vegetales de hojas crudos, si se puede incluir según la tolerancia de cada persona, de manera cocida.
  • En cuanto a frutas elegir manzana, banana, pera, durazno, damasco, melón. Evitar aquellas con alto contenido en ácidos como cítricos, kiwi, ananá, etc.
  • Evitar el consumo de cereales integrales, como granos enteros o harina de salvado. Si se puede incluir la avena en preparaciones para aumentar el contenido de fibras.
  • Evitar consumir azúcar en grandes cantidades, como así también miel, dulce de leche, dulces compactos, helados y golosinas, ya que la concentración de azúcares puede acentuar la sintomatología.
  • Evitar el consumo de gaseosas y bebidas alcohólicas.
  • Realizar de a 4 a 6 comidas por día, evitar saltearse o pasar muchas horas sin comer.
  • Evitar el consumo de chicles, debido a que aumentan la ingesta de aire por la boca.
  • Evitar las frituras, preferir cocción al horno, parilla, olla, hervidos, al vapor, etc.
  • Consumir alimentos y bebidas a temperatura templada, evitando lo que sea muy frio especialmente.
  • Evitar los picantes, preferir condimentos suaves como orégano, albahaca, laurel, etc.
  • Tomar entre 6 y 8 vasos de agua al día es de gran importancia.

Si bien todas estas medidas son adecuadas al síndrome de intestino irritable, cabe destacar que cada persona es diferente y la misma enfermedad se puede manifestar también de manera distinta, por lo cual es de gran importancia el diagnóstico y tratamiento por parte del profesional médico, nutricionista y psicólogo o psiquiatra, según se requiera. Lo importante es, una vez diagnosticados, llevar adelante una alimentación saludable que le permita mejorar su calidad de vida.

Lic. Romina Krauss-Nutricionista

M.P.n°147

 

 

 

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