EXPEDIENTES: Gatillo fácil en el barrio A.3-2, el trágico final de Arnaldo Amarilla

María y Roberto, los padres de Arnaldo Alejandro Amarilla (33), están atravesados por el dolor. Perdieron a un hijo prácticamente en su propia casa, baleado por un efectivo de la Policía durante un operativo en el barrio A.3-2 de Posadas. Es algo que no pueden comprender. Arnaldo fue baleado en la vereda y cayó desplomado en un pasillo que une el baño con el resto de la vivienda, se desangró y nadie puedo ayudarlo, porque en ese momento no había nadie en la vivienda.

“Esto no fue un accidente. El policía Esteban Soley, que le disparó a mi hijo, sabía muy bien lo que hacía”, sostuvo María en una charla con EXPEDIENTES,  el programa policial y judicial de Misiones Online TV.

La familia Amarilla reside en la manzana 18 del complejo habitacional de Miguel Lanús. Están allí desde que se fundó el barrio. “Sentimos el apoyo de los vecinos. Muchos de ellos nos dijeron que van a declarar todo lo que vieron o escucharon esa madrugada”, dijo Roberto.

La madrugada a la que se refiere es la del 1 de julio. Arnaldo estaba en la vereda de la casa de sus padres. Desde allí vio pasar un patrullero con efectivos de la comisaría Décima. En una segunda pasada, el móvil se detuvo y bajaron el sargento Soley y el oficial subayudante David Villalba. Lo que se determinó hasta el momento es que el primero disparó hacia Amarilla con una escopeta tipo ithaca, causándole heridas letales en un pulmón.

El oficial Villalba declaró que su subordinado disparó sin recibir orden alguna. Soley aseguró que abrió fuego para evitar que Arnaldo acuchillara a Villalba. Y que él pensó que su arma sólo llevaba municiones antidisturbios, no letales. Los dos policías están imputados por el hecho, aunque solo el sargento se encuentra detenido.

Ninguno de los policías socorrió a la víctima, que herida de muerte entró en la casa de sus padres. “A eso de las 5 de ese día, mi otro hijo entró a la casa y encontró a Arnaldo, muerto. Él nos avisó. Cuando llegamos vimos que tenía orificios en la espalda”, recordó María.

Arnaldo tenía mujer y tres hijos. Pero su pareja y los chicos están en Buenos Aires. Hacia allí emigraron por razones laborales. Él, desocupado, era asistido por los padres.

“Mi hijo tuvo problemas con la Justicia. Fue condenado a ocho años de cárcel y pagó su deuda con la Justicia. Así como él pago, ahora quiero que la Justicia le pague a él castigando al responsable”, afirmó María con firmeza.

“Él era una persona que si no le molestaban, no saltaba. El policía Soley siempre se propasaba, llevaba detenida a gente hasta de los pelos. Y mi hijo en un par de ocasiones le recriminó que no actuara así. Puede ser que por eso se haya tomado algo personal contra él”, estimó María.

Los Amarilla quieren justicia. Consideran que Soley, lejos de haber actuado en defensa de su colega, sabía muy bien lo que hacía.

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