La vida sobre ruedas: el circo Varekay cumple una década llevando el arte circense a cada rincón del país

Para muchos, el circo puede traducirse en la sucesión de instantes de asombro, una función donde apreciar destrezas y talentos. Para los 40 integrantes de Varekay el circo es un estilo de vida, lo ejercitan día tras día a través de sus cuerpos y lo llevan  kilómetro tras kilómetro recorriendo el país de punta a punta desde sus inicios en el año 2008.
 
El circo se encuentra hace algunas semanas instalado a pasos de la terminal de ómnibus de Posadas. Quienes transitan por las calles aledañas pueden observar lo que para un circense sería un pequeño barrio. En cada remolque habita una pequeña familia y en en el centro se encuentra ubicada la carpa mayor, el escenario donde cada integrante de esta gran familia circense despliega todo su talento artístico a través de sus acróbatas, contorsionistas, equilibristas, magos, malabaristas, mimos, monociclistas, payasos, titiriteros, tragafuegos, trapecistas y zanqueros listos para sorprender a los espectadores en cada función, sin olvidar a aquellos atentos y eficientes vendedores dispuestos a refrescar la noche con alguna bebida o saciar el hambre y los antojos dulces con algún producto. De esta manera, el circo se presenta como un espacio que conjuga el trabajo, la diversión, el entretenimiento y un hogar.
 
Una tradición que se transmite de generación en generación:
 
Varekay, cuenta con alrededor de cuarenta integrantes y lleva diez años brindando funciones en cada provincia de la Argentina. Hoy están nutridos de la cultura de cada rincón del país y Martín Dresdner cuenta orgulloso que forma parte de la quinta generación de circenses.
 
 

Martín es encargado de relaciones públicas, motociclista en el globo de la muerte y equilibrista- monociclista. Si bien la historia de Varekay comenzó en Paraná, Entre Ríos, con la familia Morgenstern, el circo tuvo su primera función en La Rioja y sus integrantes provienen de distintos puntos del país, en su mayoría de Entre Ríos y del Norte argentino. Su fundador desde muy pequeño comenzó a participar de las funciones del circo de uno de sus tíos y desde entonces convirtió este arte en un modo de vida. Así aprendió contorsionismo y se hizo conocido a nivel nacional. Finalmente fundó Varekay en el año 2008 donde también participan sus hijos quienes decidieron seguir sus pasos. Hoy es dirigido por Eduardo Ovejero.

En cuanto a su experiencia, Martín Dresdner comentó: «Yo nací y me crié en el circo, al igual que mis padres y abuelos. Toda mi vida estuve debajo de la carpa y viajando por todas partes. Es algo muy mágico porque recorremos todo el país. Conocemos todo, desde Ushuaia hasta la Quiaca».

Varekay, como lo indica su significado «Donde quiera que estés, en cualquier lugar»: 
 
«En el circo se cursa todo el ciclo escolar, tanto el nivel primario como el secundario mientras recorremos el país. Ha pasado en algunas oportunidades que integrantes decidieron continuar sus estudios y seguir otro camino, eso es decisión de cada uno». 
 
 

En cuanto a los aprendizajes del arte circense que son transmitidos generacionalmente, sostuvo: «El circo es nuestra propia escuela. En cuanto al contorsionismo, los más chiquitos aprenden mirando, al comienzo todo es un juego para ellos. Después están los malabaristas, equilibristas, los payasos; ellos eligen qué quieren aprender, qué quieren hacer y van descubriendo qué quieren ser el día de mañana. También tenemos conocidos y profesores que tienen una larga trayectoria, como en el caso de nuestros padres y abuelos».

Rodando de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad, buscando lugares donde montar el escenario para desplegar su mayor motivación, el arte circense:
 
«Nuestro ritmo de vida es igual al de cualquier persona, con la diferencia de que cambiamos de pueblo cada quince días o cada mes. Cada casa rodante está equipada con todas las comodidades para vivir durante todo el año, tienen aire acondicionado, energía eléctrica, cocinas, baños, habitaciones, living, comedor, es nuestra casa, tratamos de tener todas las comodidades justamente porque viajamos constantemente y tratamos de evitar sufrir el frío y el calor. Por un lado es muy lindo porque conocés a personas distintas, lugares distintos, culturas distintas. Te despertás una mañana y estás en otro lugar con otro paisaje».
 
 
Varekay presenta espectáculos para diferente público: niños, adolescentes y adultos con funciones de payasos, equilibristas, malabaristas, el famoso globo de la muerte que en la mayoría de los casos atrae a un público joven y el teatro de revista que apunta a un público adulto.
 
Este año tuvieron la oportunidad de recorrer Misiones brindando funciones de punta a punta, así pasaron por Puerto Iguazú, Eldorado, Dos de Mayo, Posadas y se hicieron un tiempo para conocer los Saltos del Moconá.
 
Programación en Posadas:
 

Funciones los días jueves y viernes a las 20.

 

Sábados y domingos a las 16, a las 18 y a las 20.

 

El circo se encuentra montado sobre avenida Santa Catalina al lado de la terminal de ómnibus.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas