Mirá cuál fue la reacción del presunto autor del triple crimen cuando lo detuvieron

Se trata de Exequiel Ledesma (23), aprehendido por la masacre en la que fue asesinada su novia, su suegra y su sobrino. Contradicciones en su testimonio y unas zapatillas con sangre son las pruebas que lo colocaron en la mira de los investigadores.

Exequiel Alexander Ledesma Lardet (23) es el sospechoso número 1 del triple crimen perpetrado la madrugada de este lunes en el barrio Banderas Argentinas de Maipú. En el hecho de sangre resultaron asesinadas su novia, Karen Ayelen Arenas (22), su suegra, Alejandra Silvia Ferreyra (49) y su sobrino, Yariel Alexis Bruno (4).

El joven fue aprehendido luego de que se evidenciaran algunas incongruencias en su testimonio, indicaron fuentes de la investigación. Durante su traslado a una dependencia judicial, no pudo evitar estallar en llanto. Luego, cuando allanaron su vivienda, ubicada a pocos metros de la escena, los efectivos dieron con un par de zapatillas manchadas con sangre, lo que complicó su situación.

Ahora, el fiscal de Homicidios Carlos Torres, que lidera la instrucción, aguarda los resultados de una serie de estudios y averiguaciones para resolver la situación procesal del muchacho.

Complicado

Ledesma Lardet, mejor conocido como Richard, cumplirá 24 años el próximo 12 de agosto, es hincha de River y desde hace varios años que reside en el Banderas Argentinas. Desde mediados del 2015, el joven mantiene una relación con Karen, su vecina que vivía a pocos metros de su vivienda, en la manzana F de la barriada.

Según declaró el chico tras el triple crimen, el estuvo en la propiedad de su pareja hasta alrededor de las 22.30. A esa misma hora, la hermana de su novia, Vanesa Bruno (29), se había retirado del lugar para juntarse a cenar con amigos, mientras Richard todavía estaba allí, según declaró frente a los investigadores.

Cuando la joven regresó, pasados algunos minutos de la 1 del lunes, se encontró con lo peor. Su madre, su hermana y su pequeño hijo habían sido asesinados a cuchillazos. Los tres presentaban profundos cortes en el cuello. En shock, la muchacha tuvo un momento de lucidez para dar aviso a la línea de emergencias 911 y alertó que habían matado a toda su familia.

Posteriormente, uniformados junto a investigadores policiales y judiciales se desplazaron hasta la escena.

La Policía Científica realizó un trabajo preliminar -continuó esta mañana tras la salida del sol- que arrojó que las entradas no habían sido violentadas, ni forzadas de ningún modo. Tampoco se habían sustraído pertenencias, había electrodomésticos y celulares a disposición y nadie los había tocado. La hipótesis de una masacre en el marco de un asalto quedaba descartada en pocos minutos.

A partir de eso, los sabuesos comenzaron a sospechar de algún conocido de la familia, alguien que tuviese entrada libre a la casa y no tuviese la necesidad de forzar los ingresos. Justamente, la única persona que había estado en el lugar cuando Vanesa Bruno se retiró, era Exequiel Ledesma.

Los pesquisas se dirigieron hasta su propiedad y lo entrevistaron, pero notaron que la versión que brindó tenía varias contradicciones, por lo que decidieron aprehenderlo. Al subirlo a la movilidad, a los efectivos les llamó la atención que, en ese instante, el joven rompiera en llanto.

Seguidamente, el personal policial efectuó un registro en su domicilio y dieron con un elemento que aumentó las sospechas: un par de zapatillas con manchas hemáticas, las cuales deberan ser cotejadas con el material genéticos de las víctimas para determinar si pertenece a alguna de ellas.

Por otra parte, vecinos cercanos a Ledesma Lardet indicaron a El Sol que el joven solía tener problemas con su pareja y que en una ocasión discutieron con el porque «se zarpaba», haciendo referencia a que la maltrataba. Además, contaron que «nunca quiso» a Yariel, el hijo de su cuñada que fue asesinado.

Fuente: El Sol

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