Con números adversos desde la quinta de Olivos, con el paraguas del FMI, ratifican la tormenta sin hablar de crisis

La conferencia de prensa del presidente Mauricio Macri, las cifras del IPC dadas a conocer por el INDEC, la reunión del G20 y la visita de la directora gerente del FMI, la abogada francesa Christine Lagarde, marcando la cancha, fueron los temas más destacados de la agenda informativa de este mediado de julio que desconcierta a los analistas de todas las corrientes económicas.

Si bien dejó de lado aquello de “lo peor ya paso”, el presidente Macri insistió en la conferencia de prensa con la tormenta, a esta altura interminable, que afecta a la economía argentina y la embarcación (ya escorada) cuyo curso ratificó jugándose, además, con una predicción sobre la inflación que ya fracasó en varias oportunidades, asegurando que el año que viene bajará en 10 puntos, lo que le valió la crítica de no pocos economistas que sostienen que lo que atravesamos es una tremenda crisis y con el mismo rumbo se agravaría.

El mismo día miércoles el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) daba a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio que fue del 3,7% considerado el más alto en dos años, en el que impactaron con mayor alza alimentos y bebidas no alcohólicas con un 5,2 por ciento, acumulando un 17,3 por ciento en los primeros seis meses del año. Estos números son adjudicados por los analistas al impacto en los precios de las turbulencias cambiarias que se vienen sucediendo desde abril (vulgo, devaluación).

Con el dato dado a conocer el miércoles por el INDEC la inflación acumulada en 12 meses fue de 29,5 por ciento y en los seis meses del 2018 un 16 por ciento, un punto por sobre el 15 por ciento previsto por el Gobierno nacional en diciembre del año pasado para todo el año en curso, que sin dudas afecta el poder adquisitivo del salario y repercute en la baja del consumo.

Con la cotización del dólar, a fuerza de ventas por parte del Banco Central como del Tesoro, a través del Banco Nación, lograron mantener cierta calma, aunque cerró la semana con un alza de 36 centavos cotizando a $ 28,31 por los 200 a 500 millones de dólares diarios inyectados al mercado por las mencionadas ventas de Economía.

Hay que tener en cuenta que estas ventas diarias del Banco Central y el Tesoro son parte de los 15 mil millones de dólares adelantados por el FMI como parte del crédito Stand By por 50 mil millones de dólares, otorgado a Argentina que, permite además, que vengan los técnicos del Fondo a monitorear nuestra economía, al punto de que ya anunciaron que abrirán nuevamente una oficina del organismo en Buenos Aires, como alguna vez ya la tuvieron.

Para finalizar una semana marcada por la economía, se realiza en Buenos Aires, con la presencia como ya se destacó de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Christine Lagarde, la tercera reunión Ministerial de Finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G-20 que cuenta con la presencia de 55 jefes de delegaciones, más el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), José Angel Gurría.

Previo al inicio del encuentro, en la mañanadel sábado la señora Lagarde, junto al ministro de Economía argentino Nicolás Dujovne, brindó una conferencia de prensa en la que ratificó su apoyo y confianza al rumbo económico de Argentina, augurando crecimiento económico y, en coincidencia con el anuncio de Macri, baja de la inflación para el próximo año, aunque sugirió muy seriamente que hay que cumplir con los lineamientos del FMI, enfatizando que “hay que alcanzar la meta de inflación”, aunque no dio una cifra. Previamente, el viernes por la noche, Macri agasajó a la señora Lagarde con una cena en la residencia presidencial de Olivos.

En este contexto, el ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, en coincidencia con la mayoría de los analistas económicos advirtió que, “la crisis no pasó, está empezando y será más severa”, para adelantar que, “a fin de año pasaremos meses difíciles, porque todavía falta verse los efectos de algunas decisiones” y enumero los que a su criterio son los principales problemas a resolver, “la recesión, la inflación, el desempleo y la caída de la obra pública, que pega en el consumo, sobre todo en las clases media y baja”.

En sintonía con esta evaluación y la de otros analistas, en un escenario recesivo y de incertidumbre de precios por efecto de la devaluación, las pymes de todo el país están despidiendo empleados, se están achicando y los dueños que antes no trabajaban están empezando a formar parte del plantel de personal. Es que por las altísimas tasas de interés con las que el Gobierno nacional intenta frenar al dólar y domar la inflación, no hay crédito para crecer y no se genera empleo de calidad.

En estaatmósfera adversa, aunque el Gobierno nacional lo pretende mostrar como un crecimiento en el empleo,lo que se registra es un crecimiento de monotributistas que ofrecen changas (en sintonía con la propuesta de la diputada nacional Elisa Carrió) y cae el empleo registrado.  El que tiene dinero lo invierte en LEBAC, LETE, BOTE o tantos bonos, letras y otros derivados financieros del equipo económico encabezado por la dupla Dujovne-Caputo de altísimo rendimiento en el corto plazo quenadie invierte en la industria.

Números ordenados y previsibilidad

Mientras el Gobierno nacional, que no consultó con los gobernadores para acudir al Fondo Monetario Internacional, pretende ahora que las provincias se hagan cargo del 33 por ciento del ajuste que impone al FMIpara bajar el déficit fiscal que tiene la caja de la Nación, no las provincias. El humor de los ministros provinciales que se reunieron en la semana con Dujovne y Frigerio quedó reflejado en la frase de uno de ellos a un medio porteño, “fue como salir de un velorio”.Es que el recorte que se viene es de tal magnitud que de acuerdo a los trascendidos alcanzarían hasta el Fondo de Incentivo Docente (FonID) y el Fondo Nacional de la Vivienda (FoNaVi), lo que resultaría desastroso para las economías provinciales.

Más allá de esta pretensión casi extorsiva del Gobierno nacional, que aún debe elaborar y aprobar su presupuesto del año próximo con las “metas” impuestas desde el FMI, con dos semanas de anticipación a la fecha límite del 31 de julio, el gobernador Hugo Passalacqua, con un tiempo inédito de antelación,  presentó a la Legislatura, para su análisis y aprobación, un presupuesto centrado en la atención social para el año 2019 priorizando en el mismo la Salud Pública gratuita, la Educación y la asistencia social, en todos los sectores del Gobierno provincial.

La idea  de fortalecer al Banco de Crédito de Misiones en este presupuesto, con fondos más grandes y tasas bajas refuerza claramente la idea del Gobierno provincial de crear empleo genuino y apoyar a las pymes que están abandonadas a su suerte por la Nación siendo, en este estadío de timba financiera desenfrenada, el último orejón del tarro porque desde la política monetaria del Banco Central con altas tasas de interés para operaciones de rápido retorno se entusiasma la especulación y no la producción.

Es indudable que estas políticas que viene aplicando la administración provincial, a pesar de las adversidades que se perciben a diario en todo el país y del que Misiones no está ajena, permiten mostrar un clima que podríamos destacar de paz social, en el cual se está desarrollando el Argentino de Básquet y este lunes comienzan las clases normalmente luego del receso invernal.

En el ámbito político provincial, además de la presencia en Posadas del gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saa, en campaña y presentándose en un acto partidario como precandidato presidencial del peronismo para las próximas elecciones, adelantó que la idea es que por la unidad del peronismo el candidato debe surgir de una interna en la que elija el “pueblo peronista”.

Además, como un reflejo de algunas tensiones que se dan en el orden nacional dentro de la alianza Cambiemos, algunas reflexiones surgieron en Misiones después de la visita de Ricardo Alfonsín a la capital provincialpara participar del homenaje a Mario Aníbal Losada, donde, el hijo del ex presidente, criticó con dureza el servilismo de la conducción nacional del radicalismo a las políticas neoliberales del PRO que consideró están perjudicando a toda la sociedad y solo facilitan y favorecen la especulación financiera con la liberación de todo control sobre el flujo de divisas al exterior.

Alfonsín compartió con María Losada sus críticas al radicalismo y es sabido que la hija de “Marito” fue expulsada de la UCR porque, además de haber planteado que fue víctima de violencia de género por parte de un correligionario, tiene criterio propio y critica duramente el exacerbado servilismo y el silencio de la actual dirigencia de un partido que, desde sus orígenes, siempre se ubicó más cerca de las políticas progresistas que de las del neoliberalismo.

Realizando costosos deberes de un pacto fiscal incumplido por la mayoría de las provincias y oneroso desde donde se lo mire, Misiones sigue exhibiendo austeridad, previsibilidad y mucha responsabilidad en el manejo de los fondos públicos que le permite pasar la tormenta económica sin mayores sobresaltos, a pesar que la tan mentada tormenta está resultando mucho más prolongada de lo que se pensó y la ciudadanía está empezando a descreer de las promesas de Macri y su equipo, ya que llegaran a tres años de gobierno y la realidad solo muestra estadísticas negativas en todas las variables de la economía, a excepción de lo financiero que registra ganancias impensadas.

Emilio Juri – Periodista MOL

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