Reflexión del Pastor Guillermo Decena: Dios es bueno VII

Nuestro mayor gozo debe ser la seguridad de que nada ni nadie puede separarnos del amor de Dios. Cuando nosotros aceptamos el amor de Dios somos sanados, restaurados y renovados, Él nos promete que cambiará nuestro lamento en baile, volverá a llenar nuestra vida de risa y nuestros labios de gritos de alegría, todo esto es la voluntad de Dios para tu vida. Veamos qué más nos dice la Palabra de Dios.

 

Romanos 12:21 (NTV) No dejen que el mal los venza, más bien venzan el mal haciendo el bien.

Dios muestra que es bueno de muchas maneras, y da oportunidad a la humanidad para que camine por la senda de la victoria. Este versículo habla de ganar una batalla espiritual, de vencer el mal, y nos muestra la única manera de hacerlo: haciendo el bien. Solo un corazón bueno puede vencer al maligno, no hay otra posibilidad.

Hoy miremos a Cristo como el Dios bueno, que vino y habitó entre nosotros (Colosenses 2:15).

El creyente muchas veces se pregunta porque no puede vivir las cosas que Jesús vivía o ministrar los milagros como Jesús ministraba. Pero debemos observar con mucho cuidado la bondad de Jesús y compararla con la nuestra. Es muy probable que en este sentido estemos confundidos.

Jesús era bueno, porque dice la Biblia que era Dios con nosotros. Pero veamos de qué manera Jesús nos mostró su bondad para con la humanidad.

 

JESÚS ES BUENO CON LOS INCRÉDULOS

(Lucas 9:51-56) A Jesús le era necesario descansar antes de emprender la subida a Jerusalén, por lo que buscó lugar en una aldea cercana de Samaria.

Los samaritanos no se mostraron muy buenos con Él y sus discípulos.  A lo que los discípulos reaccionaron diciéndole: “Como Elías, quieres que mandemos que caiga fuego sobre ellos y los destruya.” La maldad de los samaritanos contra ellos no debería hacer reaccionar a los discípulos con maldad.  Más bien, era un asunto de discriminación racial y era una reacción al desprecio que los judíos tenían por los samaritanos.

Jesús toma una acción contra los discípulos y los reprende duramente. En algunos manuscritos se rescata la frase: “Ustedes no saben de qué espíritu son…”. Esta es la lección que debemos aprender.

No cabe hoy ver a ninguna persona de ninguna otra forma, sino como alguien para ser conquistado, que reciba salvación, una oportunidad que a nosotros por su gracia y misericordia no se nos negó. Fuimos alcanzados por su amor y ahora gozamos de salvación y vida eterna porque a Dios fue bueno y le plació hacerlo. Nosotros también debemos sembrar la bondad y veremos la cosecha.

Es interesante que, de ellos, los samaritanos, Dios nos haya dejado preciosas narraciones de la cosecha que fue resultado de sembrar bondad en la gente mala. Veamos estos tres pasajes:

 

  1. Un samaritano agradecido

(Lucas 17:11 – NTV) Uno de los diez leprosos sanados por Jesús era samaritano. Fue el único que regresó a Cristo postrándose y adorándole en acción de gracias. Jesús resalta este hecho diciendo:»¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?” Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado (Lucas 17:11-19).

¡Ni soñemos en levantar cosecha de salvación sino sembramos la semilla de la bondad!

 

  1. La mujer samaritana

(Juan 4:39-42) La samaritana junto al pozo de Jacob pasó de una mujer de dudosa moral a transformarse en una evangelista de primera, al motivar a toda su aldea a venir a Jesús y conocer su mensaje.  Fue tan convincente que ellos corrieron hacia Jesús, descubriendo que era tal como lo había dicho ella: El Mesías. “…y decían a la mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho, porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.”

 

  1. Un buen samaritano.

“La Parábola del Buen Samaritano” muestra al Señor libre de prejuicios frente a estas personas. Además, Jesús quiso enseñar cual debe ser la mejor actitud frente a los demás, y no solo con palabras, sino demostrándolo con acciones concretas. Los oyentes preguntaban: ¿Entre toda la gente, quien es el prójimo que debo amar? Entonces Jesús utilizó esta parábola (Lucas 10:30-37) narrada con realismo para demostrar su enseñanza, utilizando la figura de un samaritano.

Su deseo era: “no he venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas…”. Incluso, en una ocasión le dijeron “¡Samaritano endemoniado!” (Juan 8:48 – NTV) Sin embargo, lejos estaba Jesús de ofenderse porque le identificaran con aquellos a quienes tanto Él amó.

 

 

JESÚS ERA BUENO CON SUS DISCÍPULOS

Por tres años, el Señor sembró una semilla de bondad, que luego daría una maravillosa cosecha de discípulos que hoy se llaman iglesia (Juan 13:1- NTV).

Comienza la etapa de despedida y sufrimiento en el aposento alto, y luego durante la caminata, cruzando el arroyo Cedrón para ir al huerto de Getsemaní, los discípulos escucharon a Jesús a hablar y orar por ellos para que sean guardados del mal. Bajo la guía del Espíritu Santo, Juan el apóstol nos informa que antes de la celebración de la Pascua, Jesús también les lavó los pies. En un comentario inspirado del Espíritu, Juan destaca que los “amó hasta el fin”. En definitiva, los discípulos tuvieron amplias evidencias de su amor.

Por amor, soportó sus debilidades, como cuando los hermanos Juan y Jacobo le pidieron que fuesen favorecidos con un lugar de importancia en su reino. Su amor le llevó a corregir el concepto equivocado de Pedro sobre el perdón, mostrándole que el perdón no tiene límite (Mateo 18:21-22). Una vez, Pedro trató de disuadir al Señor de  ir a la cruz y Jesús tuvo que reprenderle, pero sin dejar de amarle (Mateo 16:23). Los discípulos volvieron extasiados de una misión (Lucas 10:17), y Jesús escuchó el relato de sus logros para luego, por amor, cambiar su enfoque (Lucas 10:20). A pesar de sus falencias y de sus inmadureces, Jesús nunca dejó de amarlos.

Esto nos enseña que en el pasado Jesús siempre amaba a los suyos y seguiría igual en el futuro. La expresión LOS AMÓ HASTA EL FIN nos muestra que es así. La bondad de Dios se expresó a pesar de cualquier cosa y después, su Iglesia se levantó con victoria sobre la faz de la tierra. Además, se levantó con una lealtad inquebrantable hacia aquel que sembró en ellos la semilla de la bondad. (Hechos 4:18-20) ¡Esta era la cosecha sobrenatural que levantó Jesús!

 

JESUS FUE BUENO CON TODA LA HUMANIDAD.

(Juan 1:12) Quiere decir que a los judíos vino, pero los judíos no lo quisieron y a partir de allí, la salvación es para toda la humanidad.

Cuando Cristo se enfrentó con el mismo Poncio Pilato, lo trató con respeto, a pesar de que era una persona ajena a la obra de Dios.

Cuando estaba en la cruz resonaron las memorables palabras “perdónalos no saben lo que hacen”.

Porque Dios es bueno, y su bondad se mostró hasta el último día de la vida de Cristo. Luego la cosecha sobrenatural vino y vendrá: Una gran multitud de todas las naciones (Apocalipsis 7:9-10- NTV).
Pastor Guillermo Decena Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles 20 horas y domingos 18 horas, a través de http://cfceldorado.org/

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas