Tanto la norma antibullying, como la ley de uso medicinal de la marihuana fueron discutidas y sancionadas por el Congreso , pero a pesar de ello aún no se pueden aplicar. La falta de reglamentación, o su realización parcial, las vuelve «letra muerta».
Lo mismo sucede con la ley de promoción de clubes de barrio, la de prevención del suicidio y otras vinculadas a la protección ambiental, por citar casos de alto impacto para los argentinos, su calidad de vida y derechos.
Las necesidades que les dieron origen fueron escuchadas por el Poder Legislativo, pero hasta el momento el Ejecutivo no hizo su parte.
La inexistencia de un decreto que reglamente los procedimientos específicos para la ejecución, una reglamentación parcial que no se condice con el espíritu original de la normativa o la interpretación inadecuada hecha por los funcionarios a cargo son algunos de los obstáculos más frecuentes.
El constitucionalista Daniel Sabsay explica: «Reglamentar es todo aquello que completa la redacción de una ley y que permite que se aplique, por ejemplo, si hay que crear un organismo o si hay que establecer un determinado mecanismo para acceder a algo».
Señala también que aborda todas las cuestiones de tipo administrativas o presupuestarias y que es una instancia que depende del Ejecutivo, ya sea nacional, provincial o municipal. El abogado subraya que, aunque se trate de algo que acompaña a la normativa en sí, en muchos casos, si no está, se vuelve un escollo insuperable.
Son incontables las leyes que dependen necesariamente de esta instancia para regular los detalles que aseguren su vigencia efectiva, y de ahí que resulte clave la articulación de los dos poderes del Estado intervinientes.
«No es una decisión inocente. Este incumplimiento es lo que se llama una inconstitucionalidad por omisión. Es un veto invertido», enfatiza el constitucionalista, quien recuerda que para vetar hay un límite de diez días hábiles, además de tratarse de una medida con evidente costo político. En cambio, por omisión, se impide el cumplimiento sin necesidad de un veto. A esto se suma que, en general, si es un gobierno anterior el que no reglamentó, tampoco lo hace el que sigue.
Leyes que no se aplican
A continuación, algunas de las normas que todavía esperan. Abarcan una diversidad de temáticas sociales desde la educación y la protección de la salud hasta el cuidado del medioambiente y la inclusión de sectores vulnerables.
Contra el bullying. Se sancionó en 2013 para la promoción de la convivencia y el abordaje de la conflictividad social en las instituciones educativas.
Chicos sin cuidado parental. Se calcula que en la Argentina más de 9000 chicos fueron separados de sus familias y viven en hogares.
Abordaje integral del autismo. La ley se sancionó en 2014. Uno de los puntos centrales que obliga a todos los agentes de salud a brindar las prestaciones necesarias para la investigación, detección temprana, diagnóstico y tratamiento del TEA.
Prevención del suicidio. Se sancionó la ley en 2015 por unanimidad en ambas cámaras. La norma declara de interés nacional la investigación científica y epidemiológica, la atención a las personas en riesgo de suicidio y la asistencia a las familias de las víctimas.
Jardines no oficiales. Fue sancionada en 2014. Establece las disposiciones generales para la regulación y supervisión de las instituciones de educación no incluidas en la enseñanza oficial.
Uso medicinal del cannabis. Data de 2017 y desde los sectores de la sociedad civil que la promovieron cuestionan su alcance y falta de reglamentación.
Áreas marítimas protegidas. El Sistema Nacional fue establecido en 2014. Sólo se reglamentó la autoridad de aplicación, que es la Administración de Parques Nacionales. Falta el resto de los artículos y fundamentalmente su articulación con la ley federal de pesca, para hacer un correcto uso de los recursos.
Cupos laborales para personas trans. Es para promover la igualdad de oportunidades para las personas trans. Fue sancionada en 2015 en la provincia de Buenos Aires. Es conocida como la «ley Diana Sacayán», por la activista por los derechos del colectivo LGTB asesinada a puñaladas.
Fuente La Nación