Crimen en el barrio A.3-2: policías que declararon como testigos afirmaron que nadie notó que Amarilla estaba mortalmente herido tras los escopetazos

Empezaron a declarar en el juzgado de Instrucción Seis de Posadas, a cargo de Ricardo Balor, los policías que hace poco más de una semana participaron del operativo en el barrio A.3-2 en el que terminó herido de muerte Arnaldo Alejandro Amarilla (33), por cuyo homicidio hay dos uniformados presos. Los primeros testimonios comprometieron a uno de los sospechosos, de jerarquía sargento, quien es apuntado como la persona que disparó contra la víctima cuando se encontraba en la vereda de su casa.
Las testimoniales comenzaron el viernes. Emanuel Esteban Soley (32) es quien aparece más comprometido. Hasta el momento, los colegas que compartieron con él la patrulla que llegó hasta la residencia de Amarilla, quien había tenido una gresca con otros vecinos de su barrio la madrugada del hecho, dijeron que el suboficial fue quien abrió fuego y que lo hizo sin que el oficial subayudante David Salomón Villalba (30) diera la orden correspondiente.
Uno de los relatos más esperados era el chofer del móvil que llevaba a los sospechosos. El conductor declaró en forma coincidente con Villalba: pasaron dos veces por la casa de la víctima, en la primera ocasión, Amarilla habría exhibido amenazante un cuchillo y en la segunda, Soley se acercó a él y a los pocos segundos se escucharon los estruendos.
Este martes comparecieron dos policías y el miércoles lo harán tres. Y el resto de los citados completará las declaraciones en el transcurso de la semana.
Aún resta por cumplimentarse la pericia balística y tampoco han remitido todavía el informe completo de la autopsia que le practicaron al cuerpo del ex convicto Amarilla.
De los testimonios recolectados hasta el momento surge un dato coincidente: ninguno de los policías notó que Amarilla estaba lesionado, pues tras los disparos el hombre entró corriendo a su casa y los uniformados se marcharon. Del fallecimiento se supo horas más tarde.
Otra incógnita es por qué la escopeta ithaca antidisturbios de la comisaría Décima habría estado cargada con munición de plomo, cuando habitualmente era utilizada con postas de goma y otros elementos no letales. ¿Quién la cargó? ¿En qué momento? Los testigos no aportaron respuestas contundentes en este sentido.
En las próximas horas, la defensa de Villalba, a cargo de los abogados Eduardo Paredes y José Luis Rey, pedirá la excarcelación. El oficial está imputado del delito de “encubrimiento”. Soley, en tanto, está sospechado de “homicidio”.

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