El cadáver del niño fue llevado a la morgue para tratar de identificar a su familia.
Ayer, por la tarde, un bebé fue encontrado muerto dentro de una bolsa que había sido arrojada a un contenedor ubicado en el barrio de Recoleta, Buenos Aires. El terrible hecho fue dado a conocer por un hombre en situación de calle, quien revisó la basura y encontró el cadáver.
Los vecinos dieron aviso a la policía, y rápidamente un bombero se hizo presente en el lugar. Aunque intentó reanimarlo, cuando lo encontraron, el niño ya estaba muerto.
El bebé todavía tenía el cordón umbilical y restos de placenta, por lo que los investigadores reconocieron enseguida que se trataba de un recién nacido o de un bebé por nacer.