“Ni se inmutó»: la reacción de Nahir Galarza tras la perpetua y la furia de su padre

La joven de 19 años recibió la visita de familiares en la Comisaría.

“¿Esto cómo sigue?”. Esa fue la pregunta que Nahir Galarza le hizo a uno de sus abogados, Horacio Dargainz, cuando se acercó el martes al mediodía a contarle que el Tribunal de Gualeguaychú había resuelto la peor de las sentencias: condena perpetua por el homicidio de Fernando Pastorizzo.

Mientras que muchos vecinos de la ciudad celebraban el veredicto en las calles, Nahir permaneció encerrada en su celda de la Comisaría de la Mujer, la misma en la que permanece detenida desde que confesó en la noche del 29 de diciembre la autoría material del crimen.

¿Cómo reaccionó frente a la noticia? “Ni se inmutó, permaneció en un silencio absoluto”, advirtió su abogado. Y es que, según explicó uno de sus abogados, ya venían preparándola para lo peor. El día del veredicto, Nahir no pudo recibir a nadie más: no era día de visitas. Sólo puede ver a sus familiares (son los únicos que la van a ver) los miércoles y sábados, sólo por un período de dos horas.

Nahir fue la última en enterarse del veredicto, que fue seguido y transmitido casi en cadena nacional por todos los medios de comunicación. En efecto, sus padres lo siguieron por televisión desde la intimidad de su hogar. No querían exponerse a los medios y, mucho menos, cruzarse con los familiares de Fernando.

“Entendemos su dolor”, le advirtieron a su entorno. Sin embargo, sabían que podía llegar a existir algún altercado en la minúscula sala en la que transcurrió el juicio y, por ese motivo, prefirieron no ir. Lo mismo sucedió con Nahir: asesorada por sus padres y abogados, ese día se quedó en su celda.

La primera en hacer pública su sensación por la condena fue Yamina, mamá de la asesina. Eligió cambiar su foto de perfil de WhatsApp con una foto de sus hijos y la frase: “Te amo, jamás podrán separarnos. Esto recién empieza”. Mientras los medios se apostaban en la puerta de su casa, en la esquina permanecía la custodia policial que les asignaron a losGalarza luego de que recibieran una amenaza por Facebook: “Les vamos a prender fuego la casa”.
El silencio lo rompieron el miércoles, cuando visitaron a su hija en la comisaría. El primer en llegar fue Marcelo Galarza, quien le dejó unas bolsas con pertenencias, pero salió rápido. “No podemos hablar con ella si no es en horario de visitas”, advirtió. En efecto: sólo pueden verla de dos a cuatro de la tarde. El policía se mostró molesto por la presencia de las cámaras en la puerta del lugar. “¿Por qué no terminan con esto? Honestamente, ya está. Querían una perpetua, ya está; listo. Déjenla tranquila.

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