El realizador Augusto González Polo presentará su nuevo cortometraje en Aristóbulo del Valle

Este sábado se proyectará en la localidad de Aristóbulo del Valle, el cortometraje «En la sorprendente era de la comunicación», del realizador oriundo de ese pueblo, Augusto González Polo. La cita es a las 19.30 en la Casa de la Cultura, y será la previa a la proyección del corto en el Encuentro Internacional Oberá en Cortos 2018 que se realizará entre el 10 y el 14 de julio en Oberá, con subsedes en Puerto Iguazú, Esperanza, San José, Capioví, Alem y Posadas.

El director, que además dará la charla de apertura del Encuentro de Realizadores, el martes en Oberá, reflexiona sobre su corto y las posibilidades del cine independiente y el de industria.

«El corto no fue planeado con un guión, armando un equipo y un plan de rodaje, fue algo más cercano al video arte, experimentación y un ensayo estético y narrativo. Así fue que a partir de un guión que escribí con un amigo, guionista y actor, Alejandro Jovic, y comencé a trabajar. Nunca pensé en tomarme unos días y armar un plan de rodaje para llevarlo a cabo. Todo se fue dando como una cámara que es como un pájaro que se va moviendo rescatando retazos de la historia, como para que cada uno desconstruya su propia versión y no esté todo explícitamente contado», dice.

«Uno no elige ser independiente, va ocurriendo»

Se trata de un cortometraje chico con una forma diferente, con sensaciones más que con argumento, son unos instantes que cuentan algo. Se trata de un hombre que intenta romper con la rutina de su pueblo, apelando a nuevas redes sociales, que -según dicen- le permitirían conocer posibles parejas.

«Apunté a hacer algo raro y anduvo bien. Una de las cosas que más me gusta es que fue realizado íntegramente en Aristóbulo del Valle, interpretado por alguien del pueblo. Al personaje hace 20 años le dicen que se tiene que dedicar a la actuación, el tipo es un personaje gracioso que tiene mucha pasta y tuve la suerte de cruzarlo en el camino», cuenta el director.

González Polo afirma que no eligió ser independiente. Es algo que se va dando. «Lo mismo le pasa a los músicos cuando graban un disco. Claro que si te dan un contrato y hay un salario, uno sabe cuándo empieza y cuándo termina; pero no siempre pasa y eso no puede condicionar tus inquietudes», cuenta.

«Estudié cine para contar historias»

Por ejemplo, el rodaje de su primera película «Capital, todo el mundo va a Buenos Aires», fue en 2005 y se estrenó recién en 20009. En esos cuatro años y más en estos 13 años que pasaron desde entonces, las cosas fueron cambiando mucho. Yo quise estudiar cine para contar historias, y cuando lo hice descubrí que la industria cambia constantemente. Desde las salas de cine que desaparecen, a los nuevos sistemas de stremming y las políticas de apoyo y desarrollo».

Así fue descubriendo que cuando se tiene intención de contar algo, puede seguir varios caminos. Uno de ellos sería trabajar en la industria, como técnico, hasta que se de la posibilidad de dirigir algo, siempre trabajando mucho para ello. Y la otra es elegir un camino más autoral y artístico, donde por un lado se resigna mucho; pero hay más libertades.

«Si vemos el nuevo cine argentino, hubo unos diez años, con película como Pizza Birra y Faso, o las primeras de (Adián) Caetano y (Pablo) Trapero, que nacieron independientes, por fuera del sistema y a la mitad del proceso se integraron a la industria ,y eso hizo que los directores se profesionalicen y puedan seguir trabajando. Son diversos caminos que puede tomar el cine», destacó.

Cambios que generan adaptaciones

El realizador recordó que cuando con su equipo estaba haciendo «Capital…», cambió la Ley de Fomento al Cine y quedaron fuera del sistema, por lo que tuvieron que terminarla y estrenarla de manera independiente. «Para bien o para mal, el escenario cambió y la respuesta fue adaptarse. Me tomó mucho tiempo hacer otra película y así se gestó «Granada y al paraíso», que se produjo y se estrenó de manera independiente. No está en streaming por ejemplo, y fue una decisión mía y de otros productores asociados.

Es una película que se ve en una sala. Aunque sea un proyector con dos sillas. No quiero que esté online para que alguien la pique de a ratos o la vea salteada. De todos modos no descreo del cine de industria y del fomento. Siempre seguí presentando proyectos en concursos y convocatorias», sostuvo el realizador.

Dos nuevos proyectos en marcha

Este año, González Polo ganó dos concursos, para un largo y un cortometraje. El largometraje se llama «Fantasma vuelve al pueblo», y es un poco la consecuencia del corto que presentará el sábado en su ciudad. Sucede en Aristóbulo, con gente del pueblo en el elenco. «Así que se puede decir que vamos a seguir por el camino de “En la sorprendente era de la comunicación”, pero con un proyecto más estructurado, con equipo técnico y planificación detrás.

El problema que tenemos actualmente todos los productores es que transcurre más de un año desde el momento que se presenta el proyecto, hasta que se recibe el dinero y en un escenario de alta inflación como éste, se hace muy difícil seguir adelante. Los presupuestos rara vez alcanzan. Así que ahora están los productores trabajando a full para que con suerte, en el verano ta podamos filmar. Creo que será una experiencia diferente y sobre todo interesante ver cómo queda terminado en comparación con el corto. Pero básicamente está bueno hacer cosas por fuera y por dentro del sistema».

Con respecto a la presentación de su largo este sábado en Aristóbulo, su pueblo, González Polo expresa que le gusta contar que algo que hizo suelto y desprendido de cualquier ambición puede llegar lejos. Sobre todo para que los chicos que tienen inquietudes vean que pueden hacer cosas.No se necesita mucho más que las ganas de contar una historia.

Es importante que Oberá en Cortos tenga subsedes en toda la provincia, porque ayuda mucho al acceso de otras propuestas. Es un aporte muy importante», indicó el joven realizador.

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