Diputados nacionales aprobaron una ley para que las empresas donen los alimentos que estén próximos a vencerse

Por 145 votos a favor, 48 negativos y 2 abstenciones, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó y envío al Senado un proyecto que propone crear el Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos e incorpora el artículo 9 a la Ley 25.989, de Régimen Especial para la Donación de Alimentos en buen estado (DONAL), sobre responsabilidad de los donantes.

 

La diputada Elisa Carrió (Coalición Cívica), impulsora de la iniciativa, mencionó que “se pierden 16 millones de toneladas de alimentos en la Argentina; hay un 27 % de personas pobres y los países más desarrollados del mundo tienen bancos de alimentos”.

 

“Hablamos de donación de alimentos no vencidos, con control bromatológico por parte de las municipalidades. Con 6 millones de estas toneladas se podría garantizar la comida. La lucha contra el hambre es un escándalo moral, no podemos tener población con hambre cuando se desperdician alimentos en estado de uso”, sostuvo Carrió.

 

En tanto, la titular del bloque de la CC recordó que “hay muchísimos bancos de alimentos” y reconoció que aunque “no cubre todo el hambre, forma parte de generar políticas de responsabilidad social”.

 

El diputado Marco Lavagna, del Frente Renovador, reconoció que “tenemos un problema en materia de donación de alimentos, uno de los motivos es que no está claramente expresado la limitación del donante”.

 

“Es central dejar claro su limitación. Esto no significa darle un cheque en blanco, sino delimitar la responsabilidad del donante, sin extenderla al periodo posterior al de la entrega de los alimentos”, añadió Lavagna. “Tenemos que mejorar la reglamentación, que es lo que estamos haciendo hoy, pero también necesitamos el compromiso del Estado para que se lleven a cabo”.

 

El diputado explicó que el dictamen incorpora que “la responsabilidad quede supeditada al daño, al perjuicio, que puedan producir por culpa o dolo en la acción del donante”.

 

Desde el Frente para la Victoria–PJ, Adrián Grana criticó con dureza el proyecto: “No está pensando en cómo se termina con el hambre, nos parece una real porquería, producto del cinismo del gobierno”. “El hambre se resuelve con más políticas del Estado, no con programitas de dádivas”, añadió.

 

La titular del bloque del Frente Renovador, Graciela Camaño, lo calificó como un “proyecto viejo”, que data del año 2001, en situación de crisis alimentaria. No obstante, pidió “utilizar los recursos que tenemos”, como los bancos de alimentos, para enfrentar la problemática del hambre.

 

La diputada Araceli Ferreyra, del Peronismo para la Victoria, reclamó por la ley de emergencia alimentaria, “porque la responsabilidad real frente al hambre es del Estado”. “No me como el cuento de los empresarios buenos que donan; disponer qué hacer con estos alimentos les genera incluso un costo”, dijo.

“El hambre está creciendo, no puede ser que nuestra solución sea la donación de alimentos”, añadió Ferreyra, pese a que adelantó su respaldo al proyecto.

 

El titular del Frente para la Victoria-PJ, Agustín Rossi, sostuvo que “este Congreso tiene que dar una respuesta más sofisticada, no lo que les sobra a las empresas; hay que proponer aumentar la AUH, la jubilación mínima”.

 

“Pongan a las empresas retenciones, esto no resuelve el hambre, hay que ponerles retenciones y asignarlos a la AUH. La película atrasa, tenemos que dar una respuesta acorde a lo que es hoy la Argentina; (el proyecto) adolece de una cantidad de inconvenientes; no quiero legitimar una acción que tiene que ver con el 2001”, consideró Rossi.

 

La ley establece un «régimen especial para la donación de alimentos en buen estado» que permite a las personas y empresas donar productos alimenticios a instituciones públicas o privadas para ser distribuidas entre la «población económicamente más vulnerable».

 

Asimismo, especifica que los alimentos deben cumplir «con las exigencias bromatológicas y de inocuidad contenidas en el Código Alimentario Argentino». Pero admite «que puedan contener una falla que no afecte las exigencias antes mencionadas, tales como defectos en la rotulación, en el contenido neto, en el aspecto externo del envase o incumplimiento de alguna cualidad secundaria del producto».

 

La novedad es que el proyecto agregó un artículo que fija que «el donante queda liberado de responsabilidad por los daños y perjuicios que pudieran producirse por las cosas donadas o por el riesgo de las mismas, salvo que se traten de hechos u omisiones que degeneren en delitos de derecho criminal». La diputada Carrió enfatizó que “de ninguna manera esto habilita la donación de mercadería vencida; lo que hace es no adjudicar responsabilidad al donante por demoras en la distribución o el consumo”.

 

El proyecto fue aprobado en general y en particular.

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