Extravió su billetera en un sanatorio de Posadas, un joven la encontró y se la devolvió con todo lo que tenía

Sara Elizabeth Ledesma compartió con Misiones Online una hecho particular por el cual pasó mientras se encontraba en  la guardia de un sanatorio de Posadas. La acción que tuvo un joven con ella le demostró que la sociedad siempre te sorprende, que hay personas buenas que están en el momento indicado.

El lunes Sara se encontraba en la guardia del sanatorio Boratti, y al salir del baño se olvidó su billetera dentro, con dinero, documentos y tarjetas,   tardo unos minutos en darse cuenta, cuando volvió a buscarla ya no estaba. Pero  la vida le demostró que las buenas personas existen, cuando se retiraba del lugar alguien se le acerca y le devolvió la billetera con todas sus pertenencias.

El relato de Sara

» Quien dijo que todo está perdido…?

En estos tiempos en donde predominan las malas noticias, en donde la violencia parece haberse apropiado de nuestra sociedad, momentos en que los robos, estafas, y otras acciones delictivas son noticia diaria, me gustaría compartir con Uds. una excelente noticia…

En el día de ayer, por cuestiones de salud de un familiar, estuve en la Guardia del Sanatorio Boratti, y al salir del baño, de dicho lugar, dejé olvidada allí mi billetera, con toda mi documentación y dinero (una suma no tan importante, pero, si considerable)… situación de la que me percate, aproximadamente 30 minutos después.

Al darme cuenta, y regresar a buscar, ya mi billetera, no estaba…, pero cuando me retiraba del lugar, se acerco a mí un joven, que me pregunto «¿Ud. está buscando esto..?…fíjese, señora…esta TODO ahí…»

Demás está decir, que le agradecí y quise recompensarlo…pero, NO acepto…!! Me dijo que su padre le enseñó a trabajar y a ser buena persona, y que con ésta acción, seguramente su padre se alegraría en el cielo…

Le pedí permiso para tomarles una foto (a él y a su esposa) y algo reticentes, aceptaron…

No me queda más que agradecer, el gesto que tuvo esta pareja, para conmigo…pero también a ese padre, que ya está «en el cielo» pero supo sembrar valores en su hijo.

Acciones como ésta, no deben pasar desapercibidas…