El jueves, María Cristina Portillo Martínez, de 27 años, fue al centro Diagnóstico Médico para hacerse un tratamiento por una lumbalgia. Le realizaron un bloqueo radicular o facetaria y, por motivos que aún se desconocen, falleció. Entonces, desde el centro de salud llamaron a los familiares de la paciente.
Quien se acercó fue el novio de la hermana. La conversación que tuvo con la médica del centro quedó registrada en un audio, y que fue grabado por una tercera persona cercana a la familia. Escucharlo es fuerte y doloroso. El joven queda tan asombrado, que incluso cree que le estaban mintiendo.
«Hizo una reacción alérgica que la descompensó, la tuvimos que entubar, vino la emergencia, la reanimamos y no pudimos sacarla», se escucha decir a la doctora. «Ella avisó que era alérgica a todo», le responde el muchacho. «No, ella me dijo que era alérgica al diclofenac. Hizo una reacción alérgica, le pasamos toda la medicación que hay que pasarle, a pesar de eso no la pudimos sacar, falleció», agregó la médica. «Mentira, no», responde el hombre.
«Yo tampoco puedo creerlo, yo soy su médico. Nunca me pasó esto en 20 años de médico. No la hemos podido sacar. Hemos hecho todo lo humanamente posible. Tengo un dolor absoluto. Estoy desesperada como vos. Es absolutamente inexplicable», dice la mujer. Y se escucha al marido de María Cristina llorar desconsoladamente.
Todavía no se conocen las causas de la muerte y son muchas las hipótesis que se manejan. «O hubo una incompatibilidad de medicamentos que haya producido un shock anafiláctico, o sea una alergia, que derivó en la muerte. O puede ser una falla en el tomógrafo, en la manera en que haya marcado la incisión. O puede haber sido la anestesia, porque se le inyectaron corticoides con la anestesia», dijo el abogado de la familia, Alejandro Sánchez Kalbermatten.
Fue a hacerse un chequeo médico de rutina y murió. Su familia denuncia mala praxis
