El club Crucero del Norte cumple sus primeros 15 años de vida y se muestra como una institución modelo de la Argentina

Hoy 28 de junio se cumplen exactamente 15 años de su presentación en sociedad ante los ojos del gran público futbolero. De aquel partido de la Liga Posadeña al actual presente, queda la gran experiencia en primera y las bases sólidas para continuar con la frase que en Crucero se hace realidad todos los días: “proyecto a largo plazo”

 

 

Pasó todo tan rápido como si se tratara de una institución antigua. Pero no. El club Crucero del Norte celebra hoy 28 de junio, sus primeros 15 años de vida y ya es una marca registrada en la región y en el país por la seriedad del proyecto y porque mantiene una idea y un espíritu que privilegia los pasos firmes y seguros por sobre los resultados deportivos. Pero no es una frase hecha ni tampoco un comentario “para quedar bien”. Por el orden llegó el progreso y ese avance vertiginoso le permitió convertirse en el club récord que marcó a fuego cuatro estrellas consecutivas en su camiseta, llegando desde el barro de Rocamora hasta el verde paño de la Bombonera. Hoy, por mantenerse ordenado y sin deudas y con la visión de darle cada vez más infraestructura a socios y jóvenes que buscan contención en el deporte, se prepara para una nueva temporada en el Federal A, pero el objetivo inmediato sigue siendo volver a la B Nacional.

Muchos fanáticos del “googleo” cuando buscan “Club Crucero del Norte”, se remontan al año 1989 como fecha de inicio de actividades. En realidad, por aquellos años, comenzaba la participación de empleados y algunos allegados en encuentros de fútbol de salón que catapultaron al “equipo de los colectivos” a jugar y ganar torneos nacionales e internacionales. Pero al conseguir casi todo lo que se podía jugar, no había más objetivos por delante. Entonces decididamente la familia Koropeski, de la mano del alma máter Julio, el menor de los hermanos y el más inquieto, surgió la idea de formar el propio club y el sello Crucero del Norte comenzó a impregnarse en todo.

El debut con victoria en cancha de Mitre ante Huracán por 2 a 0 fue el puntapié inicial en los torneo de la Liga Posadeña de fútbol el 28 de junio de 2003. Y a partir de allí los ascensos fueron meteóricos. “En diez años queremos jugar la B Nacional” decía por aquellos días Julio Koropeski. Y se equivocó, porque logró el gran salto de calidad en menos tiempo e incluso tuvo el bonus track de jugar en Primera.

En 2004 Crucero ganó la Liga y se ganó el derecho a jugar el torneo del Interior. Ascendió desde el certamen regional en una recordada Promoción en la Rioja y llegó al Argentino B donde se instaló cinco temporadas. Subió al Argentino A después de un recordado partido en Mar del Plata ante Alvarado. En la tercera categoría del fútbol argentino fue protagonista siempre y arribó hasta las instancias finales en cada competencia. Hasta que, en otra muestra de mucha personalidad, en el 2012 ganó en Puerto Madryn otra promoción y consiguió el ascenso a la B Nacional. Si, en 9 años cumplió el objetivo, uno antes de lo proyectado por Julio Koropeski.

Lo que vino después es más conocido y le otorgó credenciales de club “serio”. Ascendió a Primera, se codeó con los grandes y volvió a la B Nacional sin poder hacer pie en la máxima categoría, pero con el orgullo de terminar sin deudas e incluso integrar una pequeña lista de clubes acreedores de la AFA.

Télam 04/10/2015
Buenos Aires: El líder Boca Juniors, le gana 1 a 0 a Crucero del Norte de Misiones, por la fecha 27 del Campeonato de Primera División. Jugada del gol en contra de Tomasini. Foto: Juan Roleri/cf

Hoy transita por otra etapa, con el Federal A como competencia disponible y con un desarrollo del fútbol infanto juvenil que ya está dando sus frutos. Mañana presentará en sociedad a Sandro Bárbaro como entrenador continuando la vieja línea de confiar en los “técnicos de acá”, como en su momento le tocó a Hernán Saldaña, Luis Bruchón, Fulgencio Alfonso, Rubén Runke, Daniel Raschle o el mismísimo Pedro Dechat, que nació en la tierra colorada.

En su complejo de Santa Inés las obras están a la vista y la infraestructura no se ajusta a su presente futbolístico, por eso es distinto Crucero, porque mientras la mayoría de los clubes de la Argentina hacen intentos desesperados por ascender sin importar lo que hipotequen en el camino (total la dirigencia que viene se encarga), en el Colectivero llegó la hora de rearmar una base de jugadores Made In Misiones.

En la historia sobran los ejemplos de clubes que comenzaron generando una “revolución” y al final desaparecieron. El Colectivero sigue a paso firme y en sus primeros 15 años de vida marca el camino a velocidad “Crucero”.

 

 

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas