“La quiero para mí”, dijo Rosa, la mujer que encontró a la bebita que nació en la vía pública en el barrio Fátima de Garupá

La mujer reclama a la beba que fue abandonada por su madre, tras parida el lunes en plena vía pública. Tiene hijos propios y adoptivos. “Yo le puedo tener si la mamá no la quiere”, dijo la portera de la Escuela 521,  quien relató los pormenores del inusual momento que vivió hace 24 horas.

 

Rosa María Cáceres es portera de la Escuela 521 del barrio Nuevo Fátima de Garupá. El lunes por la mañana se llevó una gran sorpresa cerca de las 7, cuando camino a su trabajo encontró una mujer que había dado a luz en plena vía pública. De inmediato corrió a buscar ayuda a la comisaría cercana y cuando volvió sólo estaba la recién nacida envuelta en una campera. La levantaron y la llevaron al hospital donde se recupera favorablemente. Más tarde la policía halló a la madre de la menor que había manifestado que era fruto de un embarazo no deseado. Todos los involucrados recibieron asistencia, pero hoy, Rosa María, pide que le den a la nena en adopción.

 

La historia conmocionó a todos cuando alertaban de una beba recién nacida que fue encontrada en el barrio Nuevo Fátima de Garupá. “Yo venía cerca de las 7 para la Escuela como todos los días cuando subo por unas escaleras y escucho llorar a una mujer y a un bebé. Miró y veo la mujer con las piernas cubiertas de sangre y la criatura con el cordón y  todo. Ahí corrí lo más rápido que pude hasta la comisaría que está a unos metros y cuando vinimos con los policías sólo estaba la nena envuelta en una campera. La mamá ya no estaba. Los policías le llevaron a la nena al hospital de acá y yo les dije más o menos como era la mujer que había estado ahí un rato antes”, relató Rosa María.

 

“La bebita ya no lloraba estaba moradita, los piecitos, la boquita. Ellos- por los policías- la levantaron de inmediato y la llevaron al hospital y gracias a Dios está bien”, contó.

 

Lo que siguió después es de público conocimiento. A la mujer la hallaron en cercanías del lugar a la vera de un arroyo en estado de shock y según se supo diciendo que ella no quería a su hija porque era producto de un embarazo no deseado. Por su parte la recién nacida, recibió atención médica y está sana.

 

Según contó a la bebita le pusieron de nombre María Milagros, y sin dudas que Rosa María haya estado en el lugar y el momento justo indica que realmente el destino la eligió para ser “su Ángel de la Guarda”.

 

“Fue que yo tenía que pasar por ahí. Encima al costado había unos perros, yo no sé que hubiese pasado. La verdad que fue un milagro”, reflexionó.

 

Desde el momento que se conoció la noticia, el Estado tomó cartas en el asunto y se asiste a la parturienta que también es madre de otros niños. También es de público conocimiento que al menos hasta ayer la mujer expresó que no quería la criatura y que la misma era producto de un embarazo no deseado. La justicia también está tomando parte en el asunto y las autoridades resolverán cómo sigue el tema. “Si ella no la quiere yo la quiero”, remarcó Rosa María aunque también dijo que capaz la mujer se confundió y recapacita, porque tiene todo el derecho de estar a su lado con su hija.

 

La historia tiene final abierto. Por ahora habrá que esperar, pero sin dudas Rosa María recordará el episodio que le tocó vivir y su rápida reacción que permitió salvar no una, sino dos vidas.

 

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