Reconocimiento a la excelencia “Mujeres Poderosas 2018” para Alicia Bárcena de la CEPAL

La actual secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en Chile, fue galardonada por la editorial del Foro Forbes, en la ciudad de México, por su excelente trabajo contra la desigualdad, la pobreza y el empoderamiento económico de las mujeres en Latinoamérica.

Alicia Bárcena, quien ocupa actualmente el cargo de secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), recibió esta semana el reconocimiento a la excelencia empresarial del Foro Forbes Mujeres Poderosas 2018, en un evento realizado en México.

El galardón fue otorgado por la editorial mexicana para destacar la excelencia de su trabajo “contra la desigualdad y los altos niveles de pobreza, junto con su cruzada en pro del empoderamiento económico de las mujeres”, fundamentaron en la entrega.

El reconocimiento a la excelencia Mujeres Poderosas 2018 busca destacar el trabajo y las ideas de líderes mexicanas que logran estampar su sello en la transformación de ese país. Cada mes de junio, desde hace seis años, Forbes presenta su listado con las 100 Mujeres Más Poderosas de México, grupo del que ya forma parte la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.

«Tenemos la oportunidad de librar a las nuevas generaciones del flagelo de la pobreza, de la desigualdad y de otras crisis mayores y silenciosas como el cambio climático. Tenemos la obligación ética y política de abrir las puertas para que las mujeres puedan ejercer plenamente sus libertades».
Alicia Bárcena, Año 2015

 

Una convicción de vida

Bárcena asumió como Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el 1 de julio de 2008. Previamente se desempeñó como Secretaria General Adjunta de Gestión en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, y cumplió tareas como Jefa de Gabinete y como Jefa Adjunta de Gabinete de Kofi Annan, entonces Secretario General de las Naciones Unidas.

En la CEPAL ocupó el cargo de Secretaria Ejecutiva Adjunta y Directora de la División de Medio Ambiente y Asentamientos Humanos. En las Naciones Unidas fue Coordinadora del Programa de Desarrollo Sostenible de América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Coordinadora del Proyecto Ciudadanía Ambiental del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Además, fundó y dirigió el Consejo de la Tierra, organización no gubernamental con sede en Costa Rica, encargada del seguimiento de los acuerdos suscritos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), celebrada en Río de Janeiro (Brasil), en 1992.

Esta brillante mujer, además, publicó numerosos artículos sobre desarrollo sostenible, políticas públicas, medio ambiente y participación pública. Tiene una Licenciatura en Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y una Maestría en Administración Pública de la Universidad de Harvard. Finalizó los cursos de la Maestría en Ecología e inició estudios de doctorado en Economía en la UNAM.

Fue reconocida con la mención de “Doctora honoris causa” por la Universidad de Oslo, Noruega, en septiembre de 2014, y por la Universidad de La Habana, Cuba, en marzo de 2016. Además, en julio de 2015 fue nombrada por la UNAM profesora extraordinaria para colaborar en la Facultad de Economía y otras entidades de esa casa de estudios.

“Estuvimos buscando a alguien que pudiera defender las iniciativas de declaración de Forbes, y encontramos a alguien que no se ha cansado de promover la igualdad entre hombres y mujeres, y cerrar la brecha de género (…) no había una persona más adecuada para recibir este reconocimiento que Alicia Bárcena”, dijo Jonathán Torres, director editorial de Forbes Latinoamérica.

Igualdad de género

Bárcena ofreció en México una charla sobre “La ineficiencia de la desigualdad de género: el rol de la autonomía de las mujeres”, realizada con posterioridad a la entrega del galardón.

En su conferencia señaló que “la igualdad no es solo un principio ético y necesario sino también condición ineludible para alcanzar la autonomía, el reconocimiento y la dignidad”. Y precisó que la igualdad tiene un enfoque de derechos por lo que va más allá de la redistribución del ingreso que promueve la equidad y considera otras dimensiones como capacidades, protección social y acceso a los bienes públicos.

La alta funcionaria de las Naciones Unidas llamó a “vencer la cultura del privilegio, ésa que naturaliza las desigualdades, la discriminación y las jerarquías sociales. Debemos irnos hacia la cultura de la igualdad”, afirmó.

Asimismo, instó a romper los cuatro nudos críticos que existen en materia de igualdad de género: la desigualdad socioeconómica y persistencia de la pobreza en el marco de un crecimiento excluyente; los patrones culturales patriarcales, discriminatorios y violentos y el predominio de la cultura del privilegio; la división sexual del trabajo y la injusta organización social del cuidado; y la concentración del poder y las relaciones de jerarquía sexual en el ámbito público y privado.

“El empoderamiento es la clave de la emancipación y este se logra venciendo la pobreza y la desigualdad”, afirmó.

“Desatemos los cuatro nudos, venzamos la desigualdad socioeconómica para que haya una igualdad sustantiva, rompamos los patrones culturales patriarcales”, añadió.

Recordó que América Latina y el Caribe es la región más desigual del mundo en la que 20% de la población concentra 60% de los ingresos mientras que el 20% más pobre posee solo 6% de los ingresos.

Añadió que la pobreza tiene rostro de mujer y precisó que por cada 100 hombres pobres hay 108 mujeres víctimas del mismo flagelo.

La máxima representante de la CEPAL advirtió que pese a ser una región sin guerras, América Latina y el Caribe está marcada por la violencia del feminicidio, expresión extrema de las desigualdades y los privilegios.

Repasó también los índices de embarazo adolescente en la región, donde el 20% de las mujeres tuvieron su primer hijo entre los 15 y los 19 años debido a la falta de accesos a la salud sexual y reproductiva.

Respecto a la autonomía económica, Alicia Bárcena puntualizó que 1 de cada 3 mujeres latinoamericanas y caribeñas no posee ingresos propios.

“Si en América Latina y el Caribe pudiéramos cerrar las brechas de ingreso y de oportunidades en el mercado laboral tendríamos un aumento de ingresos en los hogares que ayudaría a disminuir la pobreza entre 2 y 12 puntos porcentuales”, precisó.

 

 

 

Por Patricia Escobar 

 

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