Habló la mujer que vio a María Cash secuestrada: «La tenían drogada y encerrada en mi casa»

Julia Leal aseguró que estuvo retenida en su propia casa y que, además, había otras mujeres.

A mediados de abril, una nueva testigo de la causa que investiga la desaparición de María Cash aseguró que su ex esposo, que pertenece al Servicio Penitenciario Federal, mantuvo cautiva a la diseñadora durante un tiempo hasta que fue entregada a una red de trata de la que él mismo formaba parte.

«La droga iba y venía, como las mujeres», aseguró Leal, quien explicó que en 2013 logró escaparse de la pieza donde estaba encerrada, no sin antes recordar que entre el montón de chicas que había visto, había una que era buscada intensamente por su familia: María Cash.

«A María Cash la vi drogada en mi cama matrimonial. Yo vivía obligadamente en una pieza, encerrada con rejas. Yo me enteré de que había mujeres secuestradas cuando encontré adentro a una joven», explicó la testigo al diario El Tribuno de Salta.

 

Leal contó que fueron muchos años los que vivió bajo la sombra de su marido, pero que después de que él le sacara a sus hijos, ella decidió que no quería tener más miedo y que iba a contar toda la verdad.

Cuando lo hizo ante la Justicia, cuando finalmente declaró como testigo de la causa Cash, fue brutalmente golpeada por hombres que entraron o a su casa y que en su abdomen le grabaron la terrible frase «el macho siempre gana».

«En esa casa se reunían entre siete u ocho agentes federales, incluido el médico del Servicio Penitenciario Federal. A todas las mujeres les decían Paola y a María Cash también. A esa chica la mantenían dopada, drogada y hasta le hicieron creer que el menor de mis hijos era hijo de ella», contó.

 

El abogado que representa a la familia Cash en Salta, Pedro García Castiella, confirmó que Leal hizo la denuncia en Buenos Aires y que la acusación fue remitida al Juzgado Federal 2, donde la mujer se presentó y pidió garantías para hablar. Allí confesó que su ex esposo formaba parte de esta banda y que había retenido durante un tiempo a la diseñadora desaparecida.

«Cuando finalmente decidí hablar de todo y para todos, apenas llegué a Salta me destrozaron a golpes y me amenazaron de muerte. Eso les demuestra que no vine a mentir sino a decir la parte de la verdad que callé», dijo por último al diario El Tribuno, antes de agregar: «Yo me imagino que el juez será totalmente competente para que esto tenga un final con justicia, para que se sepa la verdad».

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