Nutrición: ¿Cómo debe ser la alimentación de los adolescentes?

La adolescencia es una etapa de la vida caracterizada por importantes cambios emocionales, sociales y fisiológicos. Sobre estos últimos, la alimentación cobra una especial importancia debido a que los requerimientos nutritivos, para hacer frente a dichos cambios, son muy elevados y es necesario asegurar un adecuado aporte de energía y nutrientes. Además, es importante evitar posibles déficits nutritivos que puedan ocasionar trastornos de salud.

 

Se debe hacer frente a la alimentación del adolescente sabiendo elegir los alimentos que garantizan una dieta suficiente y equilibrada, organizando y estructurando las comidas a lo largo del día. Es importante conocer aquellas situaciones que pueden afectar a los adolescentes y en las que se debe llevar a cabo alguna modificación de la dieta (actividad física extra, conductas alimentarias inadecuadas, enfermedades agudas o crónicas, etc.).

La adolescencia es una etapa un tanto difícil de la vida, en la cual transcurre la transición entre dejar de ser niño y empezar a ser adulto. La nutrición adecuada en este periodo se ve, muchas veces, alterada por dificultades en cuanto a la personalidad más independiente del adolescente y por sus patrones de alimentación sociales, prescindiendo en ocasiones de comidas regladas que se sustituyen con frecuencia por “picoteos” y comidas rápidas, consumidas fuera del hogar.

Por otro lado, es importante la preocupación que tienen los adolescentes en cuanto a su imagen corporal y que, en bastantes ocasiones, condiciona a llevar cabo dietas restrictivas para acercarse a un patrón ideal de belleza, influenciado por los modelos sociales del momento y que puede dar lugar a serios trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia y vigorexia) Por ello, es muy importante que la familia sepa transmitir a los hijos el respeto y amor por su cuerpo, al mismo tiempo que unos adecuados hábitos alimentarios y de vida.

Las necesidades específicas varían según las circunstancias personales por lo cual es importante que cada adolescente tenga un asesoramiento profesional individualizado. No obstante, a continuación, se brindan consejos generalescon el objetivo de que sirvan de guía para llevar una alimentación que contenga cantidades suficientes de nutrientes para cubrir las necesidades de forma equilibrada.

  • Variar al máximo la alimentación, incluso dentro de cada grupo de alimentos (distintos tipos de verduras, frutas, legumbres, carnes, cereales, lácteos y huevos, aceites y/o semillas, etc.)
  • Realizar las 4 comidas, tratando de establecer horarios regulares, sin saltarse ninguna.
  • Respecto a los alimentos dulces, chocolates, gaseosas, snacks, repostería, pizzas, hamburguesas, etc.: No hay porque prohibir estos alimentos, pero sí es recomendable consumirlos en pequeñas cantidades y de manera ocasional, sin dejar que se convierta en un hábito.
  • Preferir lácteos descremados, incorporándolos, al menos, 2 veces al día para sumar calcio a la dieta. También encontramos este mineral en frutos secos y derivados de soja enriquecidos, leches vegetales, semillas, pescados como atún y caballa.
  • Elegir aceites vegetales en lugar de manteca o crema de leche para disminuir el consumo de grasas saturadas.
  • Optar por formas de preparación como al horno, plancha, olla, parilla y hervidos, evitando las frituras.
  • Consumir abundante cantidad de agua diariamente y evitar la ingesta de bebidas alcohólicas.
  • Sumar una ensalada o sopa de verduras al almuerzo y cena para aportar fibras, vitaminas y minerales, como así también, ingerir entre 2 y 3 raciones de frutas solas, en licuados, ensalada de frutas, etc.
  • Consumir semanalmente carnes rojas, legumbres y vegetales de hojas verdes, para asegurar un buen aporte de hierro.
  • Es muy importante consumir hidratos de carbono (presentes en arroz, pastas, harinas, polenta, papa, mandioca, batata, pan y galletitas preferentemente integrales) debido a que son la principal fuente de energía. Evitar las dietas de moda “sin harinas”, “gluten free”, “sin hidratos”, ya que pueden perjudicar gravemente esta etapa de desarrollo y crecimiento.

Ante todo, debemos tener presente que la adolescencia es una etapa sumamente importante en cuanto al crecimiento de tejidos corporales y desarrollo, por lo cual no podemos restringirle nutrientes al organismo, ya que esto provocará una enfermedad que puede tener graves consecuencias actuales y a futuro. Además, es un período especial para formar hábitos saludables que perduren y ayuden a tener una vida adulta más sana.

Lic. Romina Krauss-Nutricionista

M.P. n° 147

 

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