El padre de Fernando Pastorizzo contó la premonición que sentía y como se llamará el hijo que espera

 “Nahir lo mató porque solo lo quería para ella”, afirma. El día que pensó en matarse, el libro que escribe sobre Fernando y qué día nacerá su nuevo hijo

Desde hace unos días, Gustavo Pastorizzo intenta descifrar las escenas fragmentadas de la única vez que soñó a su hijo desde que lo mataron. Fernando aparece en silencio, rodeado por sus abuelos fallecidos. Está en un lugar lleno de árboles y atravesado por arroyos y calles pequeñas.

—Nunca estuve ahí, había una luz especial. Era un sitio rarísimo. No parecía ser el Paraíso. Pero era como que «Nando», que estaba en paz, me quería llevar. Creo que hay un mensaje en ese sueño que necesito saber —le dice a Infobae.

Está en la plaza San Martín de Gualeguaychú, frente a los Tribunales donde hace unas horas comenzó el juicio contra Nahir Galarza, la joven de 19 años acusada de haber matado a Fernando Pastorizzo de dos balazos.

—En la relación de Fernando con ella había violencia. Pero de Nahir hacia mi hijo. Que quede claro, por más que inventen que él la maltrataba. Ella no es ninguna víctima, está siendo juzgada por asesina. Además nunca hizo una denuncia contra mi hijo.

En Gustavo no pareciera haber odio.

 

—Sólo quiero que se haga justicia y la condenen a perpetua. Me siento con energía para luchar, pese a que viví un momento de desesperación.

El 1 de enero, tres días después del asesinato, Gustavo se levantó con la idea de matarse.

—Me iba a tirar de un puente.

 

Eso dice con la voz quebrada y los ojos llorosos.

—Caminé decidido, me iba a tirar como sea. Pero no sé cómo aparecí en la misma cuadra donde ella mató a Nando, en la calle General Paz. Caí ahí increíblemente. Vi un charco en el que todavía quedaban manchas de sangre. Me tiré de rodillas, metí las manos en la sangre y en el barro y sentí algo que no puedo describir bien. Fue como si me hubieran inyectado una dosis de fe. Algo épico. Una creencia luminosa. Fui otro. Y me olvidé del puente. Creo mucho en lo místico, en las señales. Y ahora estoy lleno de fuerza y de optimismo.

La última señal, confiesa emocionado, ocurrió hace unos días. Será padre y la fecha estimada de nacimiento es el 3 de enero. Ese día, Nando cumplía años.

 

—Me quedé paralizado. Si es varón, se va a llamar Fernando. De hecho estoy escribiendo un libro sobre la vida de mi hijo. ¿Sabe cuál es la primera escena? El nacimiento suyo, un 3 de enero. Todo cierra de una manera milagrosa. Es como una señal que me envía Nando.

 

Fuente: Infobae

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