Reflexión del Pastor Guillermo Decena: Dios es bueno III

Dios es bueno y nos da una herencia espiritual que se disfruta plenamente cuando servimos por amor a Dios y al prójimo con un corazón puro y sincero, una herencia que permanecerá de generación en generación y la disfrutaremos en la tierra y en el cielo. Veamos qué nos dice la Palabra de Dios.

Romanos 8:16-17 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17- Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

Si somos hijos somos herederos, no podemos ser herederos sin ser hijos y no podemos ser hijos sin ser herederos. Pero puede haber otra alternativa, podemos ser hijos y no disfrutar de la herencia que el Dios bueno nos ha dejado. Algunos cristianos no se enteraron que hay una inmensa herencia de Dios para que puedan no solo vivir una vida abundante, sino que puedan también impartir de su herencia a los demás por mera ignorancia. O también puede ser porque estamos inhabilitados.

Cuando el apóstol hace referencia a la herencia amplia e inagotable que hemos recibido lo hace porque los corintios estaban divididos y no podían disfrutar de la herencia espiritual que el Padre Bueno les había dejado. El diablo había causado división por lo que la herencia que el Dios bueno había preparado para sus hijos no era una realidad.

(Corintios 3:21-23) Dios proveyó todo un equipo para que ellos alcancen el destino de victoria, ¡por eso los dones son para la iglesia y no para que lo disfrute un individuo ni un grupo diminuto de individuos! Dice la Biblia que Jesús instituyó apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro para desarrollar a los discípulos para la obra del ministerio.

Uno de los errores más grandes es rechazar a los líderes que “no me caen bien”, sin darnos cuenta que cada uno tiene dones para impartir en el cuerpo de Cristo, y si yo no honro esa faceta divina, tampoco se manifestará en mi vida. Hay cosas que no aprenderé si rechazo a los que Dios ha levantado. Conforme el cristiano honre a todos los líderes, va a llegar a su destino de victoria. Hay que sacar el divisionismo en cuanto a los liderazgos y aprender de todos lo que debe ser aprendido.

(1 Tesalonicenses 5:21) Hay que aprender lo que Dios me quiera enseñar. Incluso de los líderes de la historia.

 

 

El mundo es nuestro.

 

(Salmos 37:29) La herencia de toda la creación de Dios debemos verla en términos espirituales, pero también debemos entender que todo es propiedad del Dios creador, pero que la hizo para el disfrute de sus hijos e hijas. (Salmos 24:1-2)

En el primer capítulo del Libro de Génesis, el primer versículo mismo anuncia «En el principio creó Dios los cielos y la tierra». Entonces sencillamente: Dios es el Creador.

Esto nos lleva a la doctrina más importante de la Biblia: la distinción entre el Creador y la criatura. Esta establece que Dios y ningún otro es gobernador absoluto sobre toda la creación. Las leyes por las cuales se rige la creación las estableció Dios, y El juzga continuamente todo lo creado según su ley y sus requisitos.

Dios creó al mundo; por lo tanto, a Él le pertenece. Él es el dueño absoluto de todas las cosas. Lo que Él hace, fundamentalmente, es arrendar lo que Él posee a los hombres. Todo cuanto poseemos, inclusive la vida misma, se lo debemos a Dios. Cada persona será finalmente juzgada según su administración de los bienes de Dios.

 

La Creación y la Propiedad Original

El primer principio de todo pacto bíblico es el de la transcendencia: la supremacía absoluta de Dios. Esto significa que Él es superior a la creación, y totalmente diferente de ella. Se trata de un Dios soberano. En pocas palabras, Dios manda.

El creó todo lo que existe, y como su dueño Él está en el centro del universo. De igual manera, es imposible hablar correctamente de los deberes de la propiedad sin hablar también de lo que Dios específicamente pretende de los hombres en su condición de Hijos del Propietario legítimo.

Dios guarda y cuida del universo de una manera personal. No solo lo creó, sino que también lo sostiene. El asegura su continuación a través del tiempo; solamente por el poder de Dios es que la tierra y el universo se mantienen, y esto es conocido como La Providencia. (Colosenses 1:16-17). El propósito está bien claro: Dios no solamente creó la tierra sino también la sostiene. Es por medio de su hijo Jesucristo que la historia existe, que el mundo continua funcionando. En resumen: sin Dios no hay universo.

Pero hay un problema instalado en el mundo, hay ocupas, y son los demonios usurpadores. Dios espera que con las armas espirituales saquemos a los demonios de las regiones, de las personas y de las familias. Como es algo voluntario, debemos buscar estrategias para que las personas entiendan la condición espiritual y deseen ser libres de la influencia maligna.

Pero básicamente ¡el mundo está para conquistarlo! Dios lo concede como parte de la herencia.

Debemos mirar todo tipo de progreso como un avance espiritual. Cuando nosotros podemos progresar también tomamos posesión del mundo que se nos concede como herencia. Fíjese que una de las obras malignas en los corazones de las personas es la necesidad de encerrarse en sí mismos o en sus casas. La persona está llena de temores y todo el mundo le da inseguridad, pero la Palabra de Dios dice: todo es tuyo. ¡Levántate como un conquistador, sos heredero del Padre Bueno que te ha dejado una abundante herencia! ¡El mundo es tuyo, el mundo es para conquistar!

 

 

La vida y la muerte.

(Juan 10:10) Una vida en abundancia es derrochar vida y poder para disfrutar todas las cosas lindas que implican vivir. Cada uno hace lo que su naturaleza puede hacer, el diablo mata y Jesús da vida. Vida quiere decir una perspectiva de abundante fe que va hacia adelante, la persona es movida por una fuerza extraordinaria que le impulsa a emprender cosas nuevas hacia delante.

La vida misma nos pertenece y esto no tiene final, porque promete vida eterna (2 Corintios 4:16- 18)

Además, nos da estrategias para fluir en la vida. Por ejemplo el poder de las palabras nos da la capacidad de ¡desatar vida a través de lo que decimos! (Proverbios 18:21).

Por eso debemos tomar a autoridad sobre la muerte para reírnos de lo que a los demás le produce pánico (1 Corintios 15:55). Pero además, si Jesús les pidió a sus discípulos que levantaran a los muertos es porque esto es parte del paquete, ¡Podemos incluso resucitar muertos!

 

 

Lo presente.

(Salmo 118:24) Qué bueno que no hay circunstancia presente que te pueda destruir, ¡sos conquistador del presente! El demonio no podrá desviarte del camino de la victoria y salvación.

El diablo quiere que vivas pensando en el pasado, por cosas que ya no podes cambiar, y que te preocupes por el futuro, para que colapses en el presente. Pero ante todo, tenemos la oportunidad de sobrepasar las circunstancias adversas del presente alabándole a Dios. (2 Corintios 6:2).

 

 

Lo por venir.

¡Es tan grande la Herencia que nos ha concedido para que legislemos sobre lo por venir y declaremos victoria a lo que todavía no ha llegado! La vida de Dios fluye de tal manera en sus hijos que el Espíritu Santo traerá autoridad y una poderosa fe de para que digamos “lo porvenir es nuestro”.

Aun se ve que cuando interviene el Señor lo que no estaba para venir, viene y lo que no debía acontecer todavía acontece, ¡Se adelantan los eventos del futuro!

(Juan 2:1-10) Recordemos cuando Jesús convierte el agua en vino. Aquí, María tenía tal comunión con Jesús que lo que no tenía que acontecer, aconteció. Cuando tenemos comunión con Jesús los eventos del futuro se pueden adelantar.

(Éxodo 32:11-14) También tenemos el caso de Jesús ministrando a personas que no eran de Israel, no había venido a los no judíos, pero adelantó los tiempos y ministró a los que no eran del pueblo de Israel.

El Rey David comió de los panes de proposición adelantando la santa cena que iba a venir con su descendiente Jesús.

Nuestra fe, nuestra comunión con Dios y nuestra pasión determina cómo y cuándo se va a desarrollar el futuro. ¿Para qué vamos a ver las cosas tan lejanas? ¡Que se adelante el futuro en el nombre de Jesús! ¡Yo quiero vivir lo que Dios ya nos dejó como herencia! Y vos?

Que Dios te bendiga y tengas una semana de completa victoria!

 

Pastor Guillermo Decena Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Prédicas en vivo los miércoles 20 horas y domingos 18 horas, a través de http://cfceldorado.org/

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