La delegación islandesa tenía todo listo para embarcarse rumbo a su primer Mundial. Pero un imprevisto de último momento pone en jaque a su delegación.
Se trata de un problema alimenticio, ya que la Selección islandesa iba a llevar su propio alimento para toda la estadía. Sin embargo, nadie se acordó que Rusia impide importar comida de cualquier otro lugar de Europa. Esta sanción nació como consecuencia de haberse involucrado en la crisis entre Ucrania y Crimea en 2014.
Por esto, existe un gran malestar en el plantel que conduce Heimir Hallgrímsson, rival de Argentina en el debut del próximo 16 de junio, ya que esto podría afectar su rendimiento.
«La comida rusa es ligeramente diferente a la nuestra. Los futbolistas no son amigos de innovar justo antes de un partido», explicó Klara Bjartmarz, la directora ejecutiva de la Federación de Fútbol de Islandia.
Fuente: Minuto Uno
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